Una micro-urbanización es una intervención temporal, no definitiva, sostenible, de un espacio actualmente en desuso, a la espera de una programación definitiva. Los solares son de propiedad municipal o de otras administraciones y las actuaciones implican al Distrito y a la ciudadanía. Se trabaja con valores como la naturalización, la convivencia, la movilidad sostenible y los usos lúdicos y pedagógicos. El proyecto se enclava en un marco de pequeñas actuaciones “low-cost” en las que conseguir más con menos.

Detrás de las vallas que cerraban el solar descubrimos un espacio tomado por la naturaleza con un prado alto de gramíneas. Entre las trazas encontramos vegetación espontánea y especies cosmopolitas de bajo requerimiento hídrico y de nutrientes.

Esta imagen y la idea de caminar “campo a través” en medio de la ciudad son las ideas que inspiran el proyecto. Por ello, parte de la superficie del solar se deja casi intacta mediante una hidrosiembra, en un estado de colonización semicontrolado. El resto de la superficie se trabaja con especies gramíneas de diferentes estratos que perfilan un camino, “la cinta roja”.

El proyecto pone énfasis en el trabajo con la vegetación como generadora de espacio. La cinta roja atraviesa un mosaico de pequeñas parcelas que reinterpretan las trazas de la antigua construcción, respetando la memoria del lugar y proponiendo espacios verdes con elementos lúdicos y estancias de descanso.

Así mismo, trabajando con un presupuesto muy ajustado y buscando alejarnos de la estandarización que encontramos en el diseño de los espacios públicos, potenciamos otro tipo de mobiliario urbano trabajando desde el reciclaje con troncos recuperados y tratados de forma diferente como elementos escultóricos. Consideramos muy importante este trabajo desde la descontextualització de los materiales.

Los materiales de trabajo de la actuación son:

Árboles como la Catalpa bignonioides (4) y la Tilia platyphyllos (1) trasplantados de viveros de afectación por obras de la ciudad de Barcelona.

Vegetación trepadora (Hedera helix y Hardenbergia violacea) que coloniza las vallas que delimitan el solar.

Bolsas de semillas de prado mediterráneo para hidrosiembra: Moricandia moricandioides, Papaver rhoeas, Silene vulgaris, Centaurea cyanus, Daucus carota, Asphodelus fistulosus, Ononis natrix,...

Especies de gramíneas de diferentes estratos: Miscanthus Sinensis, Muhlenbergia capillaris, Pennisetum setaceum.

Troncos de árboles muertos que, cortados y posicionados de diferente manera, se reutilizan como elementos lúdicos y escultóricos.  

Pintura para pictogramas lúdicos: una rayuela, un twister y un tres en raya, sobre el asfalto rojo de la cinta.

Butacas y losas de granito, recuperadas del antiguo almacén del Distrito, dejadas caer sobre el prado de hidrosiembra como pequeñas sorpresas encontradas entre las gramíneas.