N’UNDO ha reflexionado en múltiples ocasiones sobre la proliferación de soportes publicitarios en las ciudades. El ruido visual y el entorpecimiento del tránsito han sido abordados siempre desde el desmantelamiento, minimización y reutilización. En este proyecto enmarcado en la convocatoria “Ciudad Participativa de Connecting Cities Network 2014 y desarrollado en la sede de Medialab-Prado dio la oportunidad de visibilizar los escollos legales, morales y técnicos a los que se enfrentan las proyecciones de carácter público en contraposición a la indulgencia con la que se encuentran las marcas comerciales a la hora de proyectar en el espacio público.

El proyecto, de largo recorrido, recoge además varias propuestas previas, de usos alternativos e interactivos con los que poder dotar de contenido a las pantallas urbanas. 

La pantalla de Medialab-Prado es una de las poquísimas pantallas públicas que se encuentran en Madrid y en la que a priori la ciudadanía puede proyectar lo que desee, por tanto fue necesario primero analizar lo que los ciudadanos demandan de estas pantallas, determinar si los contenidos demandados se pueden emitir y finalmente aclarar la naturaleza de las limitaciones a las que se someten las proyecciones en el espacio público. Esta investigación se centró finalmente en contenidos cinematográficos pero las conclusiones pueden extenderse a otros formatos audiovisuales.

La metodología empleada en este proyecto constó por un lado de de dos fases: la primera, y a través de la red de Medialab-Prado Madrid, se abrió la participación en el desarrollo de la propuesta a colaboradores externos para ampliar visiones, acotar y definir colectivamente las hipótesis sobre las que se había trabajado en la fase de investigación; y una segunda fase que se concibió como trabajo de campo, desarrollado a pie de calle en el Barrio de las Letras y en la Red, para testear la respuesta de los vecinos y potenciales usuarios frente a esta iniciativa.

El resultado de los talleres, conferencias, debates y derivas llevados a cabo, fue la elaboración de un manual y la emisión en la pantalla de Medialab-Prado de una proyección que denominamos frustrada.

El vídeo emitido en la plaza de las letras mostró, entre otras muchas restricciones, y de manera empírica, la bajísima calidad de la pantalla, que de nuevo contrasta con la calidad HD en la que proyectan actualmente las marcas comerciales, y en este caso concreto, no por el mayor coste del soporte.  

El dossier y conclusiones del taller puede consultarse aquí,el vídeo aquí y el proceso completo del proyecto aquí.