El proyecto, ensamblado por primera vez en el Museo Marítimo de Barcelona, configura un sistema expositivo modular y reutilizable en el futuro, diseñado para la Escuela Massana –Centro de Arte y Diseño-. El diseño requería ser autoportante, fácilmente transportable, flexible y adaptable a distintos contextos y contenidos. Para ello el sistema se define mediante una estructura metálica mínima que actúa como soporte y guía para configurar espacios distintos y adaptarse a diferentes contenidos expositivos.
La estructura metálica delimita una L en planta definiendo lo mínimo que configura un espacio: una esquina. La esquina permite una combinación casi infinita definiendo múltiples posibilidades de espacios expositivos. Desde paredes en zig-zag, unidireccionales, cruces o “habitaciones” completas.
Las proporciones y composición de la estructura alámbrica sigue la medida de los formatos DIN, permitiendo así colgar fácilmente plafones de trabajos de estudiantes que suelen seguir un tamaño estandarizado DINA1, A2, A3, etc.
Las varillas que componen la estructura son muy delgadas, de 8mm de espesor, aligerando el peso por unidad para facilitar el transporte y montaje. Para asegurar la estabilidad del sistema, las varillas están arriostradas entre ellas compensando su esbeltez. La estructura está perforada permitiendo así sujetar mediante fijaciones mecánicas los elementos a exponer. El color de la estructura es variable en función de la exposición, pudiendo ser repintada según se requiera. Con motivo de la exposición que tuvo lugar en el Museo Marítimo de Barcelona, se definieron unos paneles de DM de 3 mm de espesor lacados que funcionaban como soporte de los diversos objetos e imágenes producidos por los estudiantes. Para la ocasión la estructura se pintó de color rosa y los
paneles de gris oscuro para resaltar frente a los muros de piedra clara existentes.