INTEGRACIÓN URBANA
El nuevo centro geriátrico de Anglès se sitúa en un entorno caracterizado por núcleos urbanos reducidos, poco urbanizados o directamente rurales, donde la vida de sus habitantes se ha desarrollado mayoritariamente en los espacios exteriores.
Nuestra propuesta se integra en este contexto como una prolongación del centro de día existente, con el fin de asociar los programas, rechazando la construcción de un gran bloque compacto y permitiendo disponer de un amplio espacio ajardinado para potenciar la relación con la naturaleza.
EDIFICIO-JARDÍN
El concepto del proyecto es vivir en un jardín. Hemos intentado propiciar las condiciones funcionales y ambientales adecuadas para ofrecer un espacio habitable en contacto con la naturaleza, donde se produzca una mezcla de usos que favorezca la interacción social.
Se incentivan las actividades exteriores que favorecen la calidad de vida de los residentes, especialmente la jardinería y la agricultura. Entendemos esta característica como un beneficio para los usuarios, ya que tendrán la posibilidad de disfrutar y dedicarse al mantenimiento de las plantas y los huertos, comer alimentos de producción propia y sentirse partícipes y responsables de las zonas ajardinadas.
Se establece una diferenciación de las viviendas tuteladas, planteadas como pequeñas casas casi independientes, también con tratamiento rural y con una relación directa con el exterior.
Reivindicamos la posibilidad de desarrollar muchas de las actividades programadas en el centro, como la gimnasia, talleres, etc, en el exterior cuando el clima lo permita. En este sentido, el edificio ofrece multitud de espacios exteriores e intermedios, que, a su vez, ayudan a reducir el consumo en instalaciones.
ESPACIOS INTERMEDIOS
La cubierta de las viviendas tuteladas es transitable accesible des de la planta baja del centro, como una prolongación de las zonas comunitarias, ofreciendo una superficie exterior habitable en épocas templadas.
Las zonas de circulación interior y acceso a las habitaciones se han concebido como espacios comunes de relación con vistas a la calle, que se van personalizando con los objetos propios de los residentes.
Las terrazas, accesibles des de todas las habitaciones, son una galería exterior que permite un control climático gracias a la vegetación tapizante de hoja caduca, como la viña verde o la glicinia. En verano, la capa vegetal genera una sombra y en invierno deja pasar la luz.
El edificio está proyectado con el objetivo de llegar a la autosuficiencia energética. La vegetación de ribera, propia del lugar, también ayuda a generar un bioclima que favorece la baja demanda energética.