La arquitectura que se basa en conceptos de moda deberá ser mutable. Una arquitectura que muta conforme a una escala temporal, dando lugar a diferentes configuraciones espaciales posibles gracias a la aplicación de herramientas que tienen que ver con la moda, y según lo que dicten los programas relacionados así mismo con ésta.
La arquitectura no cambia por capricho, sino por necesidad. Hasta ahora siempre se ha construido para perdurar y con este proyecto se propone construir con la posibilidad de adaptarse a los cambios y a la variedad programática a la que se puede ver expuesta la arquitectura.
Porque no hacer que las estructuras se muevan?
Este proyecto es un primer ejemplo que aplica los conceptos de la moda, mutable y cambiante por definición, a la arquitectura.
Se consigue este dispositivo, situado en Central Park y cuyo programa irá cambiando según los cuatro procesos de la moda: CREACIÓN, PRODUCCIÓN, DIFUSIÓN y DISTRIBUCIÓN y dentro de los tiempos de ésta última, es decir, en ciclos de seis meses, que es lo que dura una temporada.
Así pues aplicando conceptos de moda a la arquitectura, aparecen los mecanismos como patrones, pliegues, pinzas, costuras, plisados, origami teselado, encaje de bolillos, etc que serán las herramientas del proyecto, dando lugar a toda una serie de nuevos sistemas arquitectónicos que permiten la mutabilidad de la arquitectura, no solo generando ambientes cambiantes (cosa que ya se consigue con la iluminación o el control de la temperatura de una estancia) sino haciendo que la propia arquitectura se mueva para poder dar cabida a los diferentes programas de necesidades.
Algunos de los sistemas que han aparecido a raíz del estudio del proyecto son la fachada can-can, o el sistema acordeón. Las nuevas tecnologías textiles aplicadas a la arquitectura, como lo hace Hussein Chalayan con sus vestidos que se mueven y cambian de color, pudiendo plantear así una mimetización con el entorno o incluso con el estado de ánimo del usuario, la aparición de un suelo moldeable mediante un sistema de plots telescópicos motorizados, o incluso el movimiento de todo un pétalo para conseguir diferentes posiciones y así poder abarcar programas como el de museo, sala de conferencias o expositor de trabajos.
Así pues se consigue una arquitectura en la cual, cuando un programa no está en uso, su espacio puede desaparecer o mutar para otros usos o programas diferentes.
Todos estos sistemas necesitan de la motorización, es necesario hacer que la arquitectura deje de ser algo rígido y pase a ser una máquina.
Una máquina capaz de abarcar los cambios que la propia sociedad dicta.