La galería de las casas de Reinosa es el elemento más identificativo de la imagen del municipio. Define el límite entre la calle y el ámbito de la casa, sirviendo como filtro, colchón climático y lugar de estancia.
El proyecto propone desplazar este elemento del ámbito doméstico al público para crear un espacio reconocible por los habitantes. De esta forma todos compartirán una segunda vivienda y estar en el centro sociocultural será ‘como estar en casa’.
Esta nueva casa se configura a partir de la galería, que, al ser pública, cambia de escala para envolver el edificio y acoger a todas las familias del pueblo de manera que se pueda crear una comunidad culturalmente conectada y activa, mezclando diferentes generaciones.
Continuidades
El edificio responde con su forma a la trama urbana del lugar. Supone una continuidad de la misma, planteando una morfología en lógica relación con los edificios vecinos y los vacíos encontrados.
Existen dos realidades en contacto y el proyecto trata de atender por un lado en planta baja a los muros del antiguo mercado y en planta alta a los edificios que conforman la plaza, creando las nuevas fachadas a partir de lo existente. Se trata de construir lo nuevo a partir de los elementos ya pertenecientes a Reinosa, no sólo con los actuales sino también con los vestigios recuperados.
Se ha optado por conservar en pie los muros perimetrales, desnudándolos para mostrar su sistema constructivo, que se asemeja a algunos de los muros de mampostería del entorno.
La estructura del nuevo edificio y la vegetación se plantean siguiendo la trama de pilares que sostenía la cubierta del mercado, reconstruyéndola en parte en un ejercicio de memoria.
El plano del suelo es reinterpretado a través de dos texturas de hormigón fratasado que reproducen el dibujo del suelo original. De esta forma el vecino de Reinosa podrá leer en él y recordar el espacio que desapareció en contraste con la nueva ‘Casa para todos’.