La recuperación del espacio busca consolidar un lugar de encuentro para talleres, conversatorios, proyecciones y exposiciones, que se desarrollan desde las primeras asambleas, talleres de diseño participativo y de forma paralela al proceso de autoconstrucción. En el trébol conviven dinámicas de recuperación de la memoria barrial y de intercambio de pedagogías territoriales, con una pista de skate, una huerta ornamental y una biblioteca comunitaria, en el que confluyen talleres vinculados a la literatura, la danza, la capoeira, la música, la bicicleta y las artes plásticas (por el momento)
Las decisiones de diseño espacial están condicionadas por la escasez de recursos materiales, ya que los fondos se consiguen mayoritariamente a través de actividades que tradicionalmente la comunidad ha utilizado para la autoconstrucción barrial (rifas, bingos, aportes voluntarios) y por las estrategias de tipo legal que permiten intervenir sin supeditar el proceso a un complejo y dispendioso proceso burocrático de permisos. Bajo estas premisas se mantiene la estructura existente que utiliza de base, pudiendo argumentar que se trata de un cambio de cubierta. Esto nos permite, además, reflexionar en torno a la rehabilitación del patrimonio, con la recuperación de una herencia de dudoso valor arquitectónico, pero invaluable estimación comunitaria.
La estructura y elementos del cerramiento se ejecutan en guadua (material local, económico de carácter cálido y de fácil adecuación a procesos de autoconstrucción). El revestimiento se ejecuta con materiales de uso común en los barrios informales: teja de zinc, teja plástica y policarbonato alveolar que, no solamente permite diseñar un espacio transparente, como elemento de invitación; también ofrece la posibilidad de generar un efecto invernadero controlado, adecuado a las temperaturas de Bogotá.
Este proceso autoorganizativo confronta la fragilidad físico-espacial, cultural y administrativa de los espacios públicos en los barrios de origen informal. No solamente el déficit cuantitativo y la falta de inversión son un problema, el lote en el que se encuentra el Trébol figura con diferentes propietarios en diversas bases de datos públicas, por lo que parte de la iniciativa de recuperación está relacionada con una resistencia vecinal a procesos de especulación de suelos, haciendo prevalecer el valor de uso del espacio común, por encima del valor de cambio.
Ha habido momentos de tensión socio-institucional, en el que los vecinos se han encargado de defender la legitimidad comunitaria de un espacio que consideran un oasis en un contexto urbano con muchas dificultades. En el material que se adjunta se incluye una entrevista que tuvimos con el geógrafo David Harvey, en su visita al espacio (entrevista desarrollada en colaboración con el colectivo Territorios Luchas)
Un año después se autoconstruye la pista de skate con la asesoría del colectivo bogotano “La Francia Skateboarding” dinamizando una nueva población en el contexto, que entre otros, garantiza la presencia social de jóvenes en el espacio público. Actualmente varios colectivos vinculados al skate park, la bicicleta, la educación popular y el rap; así como algunos vecinos se hacen cargo del espacio.
El Trébol nos permite, en definitiva, entender la arquitectura como un proceso de resistencia creativa, en una apuesta por la recuperación de espacios de la memoria barrial.
Link del colectivo de gestión cultural El trébol de Todos y Todas: https://www.facebook.com/eltrebol.ciudaddecali/
Otros videos: https://www.youtube.com/watch?v=_NgIza8bJSw