Levantamos la base de la cabaña con tapia de zahorra y arcilla del lugar hasta la cota donde llegamos con los medios auxiliares y recreamos con estructura de madera prefabricada los estratos superior. Se plantea una planta cuadrada de dimensiones moduladas en los paneles de encofrado disponibles de 2,70 my 1,50 m. Muros de carga desconches de 5,40 (2,70 m x 2) x 0,60 m y esquinas libres de 1,50 m para ajustar los costes de encofrados.
Cada apertura dispone de puntos de instalaciones para poder adjuntar elementos servidores mientras que en el centro se fija desde el inicio la posición de una pequeña estufa de leña, que calienta el aire y activa la inercia de los muros de tierra.
Para lograr el confort dentro de la cabaña es necesario alrededor de 1.150kg de leña seca de roble y encina al año, cantidad asumible con la misma gestión forestal de la finca de 1,4 Ha.
El resultado es un pequeño santuario que soluciona todas las necesidades básicas domésticas y totalmente conectado con el territorio. Hecho de la misma materia que lo envuelve y relaciona con aquello que tanto anhelamos, la naturaleza.