CIELO, SOL Y NUBES

En la plaza de Les Glories, en el centro de Barcelona, en un gran vacío urbano de escala metropolitana atravesado por múltiples flujos de personas y vehículos. Se proyecta una capilla laica. Un espacio para el hombre moderno, capaz de desviarse de estos flujos impuestos y reafirmar su individualidad a través de la exploración y la reflexión.

 Junto a uno de estos flujos se sitúa la capilla, una forma abstracta y discreta, un juego de muros desnudos que llama a los individuos más curiosos a desviarse del camino. Estos muros conducen el descenso hacia un nuevo plano desconocido, inexplorado, perdiendo toda referencia con la ciudad mientras miran al cielo, la última naturaleza virgen de la ciudad.

 Siguiendo una secuencia espacial de compresión y descompresión se llega a un espacio de carácter centralizado, con una dirección pero sin ningún sentido prevalente. Un lugar calmado, de reposo, de encuentro. Un lugar que genera una nueva naturaleza controlada dentro del parque, una naturaleza de luz, aire y sombras.

Ésta es una arquitectura figurativa, de significados mostrados a través del material y sus cualidades hápticas. Donde los muros de hormigón nos recuerdan la tierra, el cubo de vidrio traslúcido la luz del cielo, y las sombras móviles de los árboles las nubes y el tiempo. Así se genera un lugar esencial, dedicado al cielo, sobre el que cada individuo vuelca sus reflexiones. Así se genera una capilla laica.