ATRIO 2.0 es la puesta en valor de un edificio industrial en un polo de atracción pública formado por varios equipamientos de usos mixtos incluidos en el propio edificio. La propuesta nace de la reinterpretación formal y dignificación de la volumetría industrial existente integrándola en la malla urbana, y disolviendo los límites entre público-abierto y privado-cerrado. Aprovechando la intervención se actúa en el espacio urbano, renaturalizando las calles, priorizando a la gente frente a los coches y generando recorridos peatonales seguros y accesibles hasta el interior del edificio entendiendo el espacio público como la antesala de lo cerrado y donde poder hacer actividades de distinta índole aumentando la interrelación entre los usuarios mediante estrategias de cohesión social. 

El edificio se entiende como una superposición de capas, de estratos, que conforman el contenedor y contenido poniendo la salud de los usuarios y su confort en primer lugar. Así la estructura existente, como pauta original o modulación de la organización interior y que marca los límites entre el edificio y su entorno, y distintos grados de envolvente y cerramientos, conforman ese filtro entre dentro y fuera, estableciendo también distintos grados de confort atendiendo a su uso e intensidad. 

Este polo de equipamientos de usos mixtos está formado por distintos Centros de Día destinado a distintos colectivos y las dependencias de los Servicios Sociales de la ciudad y están interrelacionados a través del espacio público exterior, que se introduce en el interior del edificio actuando como eje articulador de los usos interiores que se desarrollan en altura organizando el programa de usos atendiendo a su grado de privacidad y conexión con el espacio público generando un gradiente progresivo de privacidad. Los equipamientos precisan de acceso independiente o que tienen una fuerte vinculación con el espacio público, entendiendo el mismo como una ampliación de los límites interiores para el desarrollo de actividades al aire libre, se sitúan en planta baja. En planta superior se destinan los usos relativos al área administrativa y de gestión del equipamiento de Servicios Sociales Generales, así como algunos espacios semiexteriores de carácter público. 

El proyecto pone en el centro a las personas que lo habitan, generando un entorno concebido a partir de estrategias basadas en la salud pública, el confort y la adaptación del edificio al paradigma ambiental mediante estrategias de sostenibilidad, bioclimatismo y circularidad de recursos. 

1. Las estrategias basadas en criterios de salud física y mental para los usuarios, permiten entender la propuesta como un potenciador de la salud pública y fomento de hábitos saludables mediante: 

- Aumento de la actividad física. Se priorizan los recorridos peatonales frente al ascensor (de uso restringido, permitiendo la accesibilidad pero minimizando el uso energético), mediante comunicaciones cómodas y como primera opción para el movimiento de las personas. A su vez, se potencia recorridos a pie fomentando la actividad física y motora. 

- Presencia de vegetación-biofilia. La vegetación no solo se considera un elemento estético, sino que se entiende como una infraestructura propiamente dicha que purifica el aire, regula las condiciones higrotérmicas generando un confort, así como mejorar las condiciones de salud mental del usuario en los interiores del edificio. 

- Reducción de la contaminación acústica. Se utilizarán materiales absorventes y aislantes, así como de la vegetación que tendrá efecto amortiguador, reduciendo el ruido, mejorando la concentración y desarrollo cognitivo. 

- Ventilación constante y natural. Se garantiza la circulación del aire interior de forma constante, renovándolo y eliminando patógenos o partículas nocivas para la salud de las personas. 

- Confort climático interior. Se garantizan distintos gradientes de confort atendiendo a las características del recinto y tipo de actividades a desarrollar en distintos ambientes: exterior (actividades al aire libre) - semiexterior (actividades temporales) - interior (trabajos destinados a un uso continuado del espacio). 

2. Las estrategias bioclimáticas que incluyen: la envolvente bioclimática, protecciones solares, vegetación, lucernarios, optimización de las superficies acristaladas, uso de recuperadores de calor, etc. permiten justificar más del 30% del ahorro de la energía primaria no renovable. Además la introducción de medidas activas como la instalación de paneles fotovoltaicos y la introducción de equipos de climatización de alto rendimiento, permiten conseguir un edificio de consumo nulo o casi nulo. La gestión integral del ciclo del agua así como la reutilización de agua de lluviaa través de las cubiertas y el espacio público peatonal y su almacenamiento en aljibes es un objetivo fundamental de la intervención. 

3. La circularidad es un objetivo clave. Los materiales de demolición se reutilizarán en el propio edificio, se reciclarán o se gestionarán de manera segura (como en el caso de los elementos de fibrocemento). Se utilizarán materiales y sistemas constructivos con alto grado de prefabricación y desmontaje, que permitan el desmantelamiento futuro de manera que sea reutilizable o reciclable. Se utilizarán en la medida de las posibilidades materiales reciclados y de origen natural como la madera (en su estructura de CLT así como en elementos de acabado o particiones interiores) optimizando los tiempos de ejecución y mantenimiento. 

4. Se incorpora tecnología Smart building que incluye la monitorización de los aforos, calidad del aire, energía, niveles lumínicos y gestión del riego. También se utiliza la tecnología para mejorar la inclusividad y accesibilidad universal.