La construcción cultural para el COACM representa la necesidad de convertirse en un organismo dinámico que favorezca la osmosis entre el colectivo de arquitectos y el resto de la sociedad implicada en el sistema urbano.
Con esta idea se proyecta, en un solar entre medianeras en el centro de Albacete, un edificio que transparentice la arquitectura a la sociedad y sea partícipe de sus preocupaciones.
El proyecto pone en valor y modifica las cualidades de una construcción entre medianeras, generando un espacio que se vive interiormente, desde los laterales hacia el centro. Se construyen dos muros funcionales junto a los edificios contiguos que servirán para constituir la “medianera técnica” y la “medianera flexible”. La primera de ellas se sitúa al este, albergará espacios sirvientes e instalaciones, creando una imagen rígida desde su arranque hasta la coronación. La segunda alojará los espacios para iluminación, ventilación y expansión de los programas cerrados, creando una situación variable en forma y fenomenología.
Las fachadas principales norte-sur junto con las medianeras formarán un mecanismo de adaptación bioclimática con una cara fría y otra caliente, creando ventilaciones cruzadas, cerramientos captadores, sistemas de climatización ecológicos, etc.
En el interior se crean espacios diáfanos, en los que se insertan los programas, uniéndose a la zona técnica y modificando las dimensiones de la zona flexible según sus necesidades.
Para propiciar el uso múltiple del edificio se crean cuatro bloques programáticos: difusión (sala de exposiciones, office-cafetería, librería-papelería y salón de actos); formación (aulas y servicios); investigación (biblioteca y zona de consulta e investigación); aparcamiento.
Como conclusión, este es un proyecto que sitúa al Colegio de Arquitectos de Albacete en un primer plano como actor social, tanto por sus posibilidades de dinamismo programático, como por su apuesta ejemplificadora por las tecnologías sostenibles y el medio ambiente.