El Museo Nacional de Arquitectura y Urbanismo, rehabilitará la antigua sede del Banco de España en Salamanca situada en pleno centro histórico, en la Plaza de los Bandos a pocos metros de la Plaza Mayor.

Con una carcasa exterior muy definida y con protección patrimonial, la actuación se realiza desde el interior del edificio.

La intervención, recupera el antiguo patio central antes cubierto por una claraboya, y lo convierte en el eje principal de la rehabilitación, dotando al Museo de un espacio representativo con una fuerte identidad arquitectónica.

Este patio construye el corazón del Museo, y articula todos los elementos con un carácter abierto y flexible. Es un espacio abstracto resuelto con un mismo lenguaje arquitectónico, desde donde podemos recorrer con la mirada todo el edificio. Desde arriba las salas asoman en cada nivel, y se atrapan trozos de cielo que se introducen en el interior a través de lucernarios que cierran la intervención como una tapa.

Desde dentro, el Museo se enfunda con una piel interior, que recorre el edificio y lo acondiciona técnica y ambientalmente, a la vez que sirve de soporte para expositores e instalaciones. Liberando los espacios internos de exposiciones.

A través del patio principal, se articulan de manera clara todos los usos del Museo. En Planta Baja y Semisótano se ubicará el programa más público: la Biblioteca, cafetería, tienda, los talleres, y pequeñas salas multiusos, introduciendo en el museo una dimensión urbana, casi como de calle, a través del antiguo patio de carga y descarga. El programa expositivo se desarrolla en el patio y en las plantas superiores con un carácter flexible y abierto.

La escalera principal, como un mueble, se inserta en una de las torres, y eleva las miradas sobre el centro de Salamanca a través de un mirador. Desde aquí se incorpora la quinta fachada de la intervención al impresionante perfil urbano de la ciudad. Mientras que desde fuera se minimiza el impacto exterior, manteniendo la integración urbana.