La peluquería “Corto y cambio” va destinada a un público muy exigente y exclusivo que busca algo más que un corte de pelo. Por ello, era fundamental concebir una atmósfera singular y específica, en el que el cliente se sienta inmerso en un entorno vanguardista pero a la vez confortable.

Para ello se opta por generar un contenedor sobrio mientras que en el contenido se recurre a un mobiliario y decoración con ciertas reminiscencias barrocas. La mezcla resulta muy impactante…

La estructura espacial alargada que presenta el local es óptima para la concepción del mismo como un espacio de trabajo en cadena: color / lavado / corte...en el que cada uno de ellos debe presentar una configuración diferente manteniendo la unicidad de la propuesta.

Para mantener esa cohesión, se recurre a una pieza que va recorriendo el local transformándose en distintos elementos que jerarquizan y ordenan el espacio cuya sección se adapta al elemento en que se transforma, como una serpiente que hubiera engullido un elefante o una cabra: de elemento estructurante de la fachada pasa a elemento distribuidor del hall de entrada, a mueble de recepción, a elemento de acceso a la zona de lavado y a contenedor de los espejos de la zona de color, para fundirse con la pared del fondo…

Se ha dado especial importancia al uso de mobiliario específico y materiales de calidad y antibacterianos en los revestimientos y suelo, donde se ha utilizado un aglomerado de sílice-cuarzo y cristal, especialmente concebido para espacios en los que la higiene es un requisito indispensable.

En definitiva, se pretende conseguir un espacio pregnante y confortable para el usuario que le familiarice con el local y le haga sentirse como en casa, como un lugar al que querría regresar…