Programa de necesidades y condicionantes previos.

Situada entre las calles Raval y Marina, el edificio que aloja la Sección de Crédito de la Cooperativa Agrícola de La Canonja es una construcción pensada originalmente para tal uso y construida en los años sesenta del siglo XX.

El edificio, antes de la actuación, presentaba un estado original prácticamente originario, con la repercusión que comporta el hecho de no hacer ningún tipo de mantenimiento en una edificación a lo largo de cuarenta años.

La planta baja, objeto de la primera fase de actuación en el edificio (de un total de tres), es la que contiene las oficinas de la Sección de Crédito y donde se lleva a cabo la atención al público.  

Se propone lograr una imagen de edificio corporativo, que haga que el usuario -generalmente agricultor y cooperativista- se identifique con los espacios proyectados en el edificio. Sin perder de vista la posición urbana y social que ocupa dentro del tejido urbano del pueblo del que forma parte.

Se pretende actualizar el lenguaje y la utilidad del edificio más allá de su funcionalidad, con la voluntad de llamar la atención a la sensibilidad del usuario a través de la distribución de espacios, de los acabados y del acondicionamiento climático y lumínico.

En las fachadas, principal y secundaria, se propone un trabajo de actualización del lenguaje arquitectónico. La fachada posterior se abre completamente al exterior para captar la iluminación natural que proviene de la calle y permite, cuando es necesario, una ventilación natural cruzada en toda la planta baja y un tránsito libre de personas a lo largo de toda la sala.

El acceso a la planta primera y segunda, se proyecta como un espacio conductor hacia las dos estancias restantes que en un futuro ganaran importancia dentro del edificio : la sala de actos o exposiciones y el archivo (segunda y tercera fase respectivamente, todavía sin ejecutar).

Justificación de la solución compositiva adoptada.

El resultado de la actuación, libera la planta baja de los elementos que lo impiden y se proyecta una oficina de estilo unitario, luminoso, que potencie la sensación de amplitud sin obviar ninguno de los elementos necesarios para que los trabajadores puedan desarrollar su trabajo con normalidad.

La asimetría domina el espacio principal, mientras el mueble contenedor oculta todo el material a la vez que da calidez a la estancia, el panel retroiluminado evoca a los usuarios algunos de los detalles que a menudo se gravan en la retina del labrador dentro del marco de la profesión.

Características constructivas generales

¿Cómo?

1. Derribando todos los elementos interiores de la planta baja original.  

2. Reforzando la estructura puntualmente. Saneando, reparando y actuando en diferentes partes del edificio mediante diferentes piezas estructurales metálicas. Situando la nueva abertura de la fachada de la calle Marina.  

3. Unificar el pavimento a un único nivel en toda la planta baja.

4. Planteando con los industriales el paso de las instalaciones necesarias para dar servicio a las necesidades de una oficina de hoy en día.

5. Trabajando tanto los acabados interiores como los exteriores en detalle para aportar a los futuros usuarios la premisa que buscaba el proyecto en cuanto a la voluntad de motivar la sensibilidad. 

Obra Seleccionada en la VI Bienal de Arquitectura ‘Alejandro de la Sota’ 2009