La idea pretende ofrecer un espacio duro de transición entre la ciudad y el parque que poco a poco se transforma en un espacio más vegetal y que por tanto comienza a tener asociados materiales propios de un parque natural.

Por tanto se propone el diseño de un parque completamente transitable que cuenta con un pavimento duro (piedra, hormigón) en los limites Norte y Sur, y deja un espacio interior con materiales blandos (tierra compactada, arena y caucho) que se ubicarán en función del uso al que correspondan.

La propuesta se realiza sobre una retícula específicamente pensada para permitir la mejor relación del parque urbano con la ciudad y en base a la cual se incluyen la vegetación y los distintos usos. 

Esta retícula de 7m se orienta al NE para permitir la conexión más directa con las calles que rodean la intervención y con la intención de ofrecer siempre una mayor protección solar al Sur con las líneas de vegetación que discurren en sentido Este Oeste.

          Sobre una trama de vegetación que estructura la propuesta comienzan a aparecer espacios libres de vegetación donde se ubican los distintos usos deportivos, culturales y de ocio. La distribución de los usos se hace en base a dos premisas, la mejor relación de los usos entre sí y la función que desempeña cada uso con el entorno urbano del parque.