El proyecto surge en el momento en que decidimos alquilar una antigua editorial en el Raval para montar nuestro estudio de arquitectura.

La idea generadora del diseño consiste en cubrir el espacio con una nueva “piel gruesa” que albergara todos los servicios necesarios: almacenaje, estantería, baño, espacios de trabajo y office; de manera que pudiéramos disponer del resto del espacio vacío.

Ya que en el estudio tenemos diferentes dinámicas de trabajo, optamos por generar un espacio lo más transformable posible para poder acoger el mayor número de actividades.