El edificio se sitúa en una parcela en forma de “L” dentro de un entorno urbano consolidado, rodeada de viviendas de diversa tipología y naves industriales. Este contexto urbano proporciona la base sobre la que se desarrolla el proyecto.
La voluntad de dotar al edificio de múltiples relaciones entre los espacios interiores y los exteriores, preservando cierta intimidad en las estancias, constituye una de las premisas fundamentales del proyecto. Se trata de desdibujar los límites de lo construido con el fin de generar una mayor riqueza espacial y una mayor calidad en los espacios proyectados. Esta diversidad espacial buscada, apoyada en una configuración quebrada de la planta y en distintas orientaciones, dotará a cada elemento de su propia personalidad dentro del conjunto edificatorio. Patios, pérgolas, porches o zonas verdes actuarán como elementos de transición, reforzado esa idea de continuidad espacial dentro-fuera.
La organización del programa comienza con el análisis de los distintos usos del edificio: centro de día y hogar residencial. Esta complejidad de combinar lo público y lo privado en un mismo contenedor nos lleva a resolver el programa en dos plantas: planta baja y planta primera.
La planta baja alberga el centro de día y las estancias vivideras de hogar residencial, tales como las salas de estar y el comedor. La planta alta acoge el programa del hogar residencial, donde se situarán los dormitorios y aquellas estancias de uso común vinculados a un uso más privado.
Los espacios amplios y diáfanos proyectados para mayor confort del usuario se resuelven mediante una estructura horizontal de viguetas pretensadas, cubriendo las luces alcanzadas de hasta casi 9 metros.
EDIFICIO BIOCLIMÁTICO Y ENERGÉTICAMENTE EFICIENTE
La configuración volumétrica del edificio está determinada por la voluntad de minimizar el consumo de energía para iluminar y climatizar el edificio. Su forma responde tanto a funciones bioclimáticas como al uso, complementándose ambas.
El edificio se resuelve constructivamente mediante una solución novedosa de aislamiento por el exterior. El cerramiento consta de una sola hoja de termoarcilla de 29 cm y poliestireno expandido al exterior, revestido con mortero impermeable tipo “coteterm”. Esto crea una envolvente continua que permite evitar los puentes térmicos. En la planta alta se emplean planchas de zinc como acabado y la cubierta será plana con cubrición de grava.
Todas las estancias cuentan con luz natural suficiente y control solar según orientación mediante brise-soleil, así como ventilación natural. El juego de volúmenes conformado permitirá la ventilación cruzada de las estancias, y responde a criterios de sostenibilidad y eficiencia energética.
La climatización en los meses de frío se resuelve mediante suelo radiante alimentado por paneles solares integrados en la cubierta.
No hay comentarios ni valoraciones para este producto.
¡Sé el primero en comentar y valorar!