RECUPERACIÓN DEL CENTRO HISTÓRICO. UN NUEVO PAISAJE HÍBRIDO

El barrio de Santiago es actualmente un barrio muy degradado física y socialmente, con numerosas casas en abandono y en estado de ruina o semiruina. Actualmente existe por parte del Ayuntamiento la voluntad de intervenir fuertemente para la renovación del barrio, con un plan especial que parte de la contradicción de derruir lo que se pretende recuperar. Este proyecto parte de una crítica a este plan y pretende dar una respuesta alternativa a las necesidades de recuperación de viviendas existentes, aparcamiento y espacio público, desde una intervención pública.

Actuar en todo un barrio es algo insólito, se aprovecha para indagar una idea contemporánea de paisaje y centro histórico. Se entiende el barrio de una forma peculiar, como un paisaje o como un soporte para recibir la intervención. Como entender que el barrio no es arquitectura (idea favorecida por su condición de ruina o semiruina, física, social y económica) desprovisto en parte, por su desarticulación física, del sentido primitivo que poseía, disponible para nuevos significados. Es un soporte. Para construir un nuevo barrio en este, podemos combinarnos con él, sin destruirlo (es un equívoco pensar que el derribo es la única forma de "solucionar" las cosas), manteniendo lo existente, creando un nuevo paisaje híbrido mas atractivo y cambiante; siendo una alternativa posible para evitar la degradación del centro histórico.

La construcción de nuevos espacios públicos y viviendas se aprovecha para recuperar el barrio, creando una infraestructura habitada o unos edificios plurifamiliares (adaptados a las condiciones actuales de vida) deformados, combinados con lo preexistente para su renovación. De tal manera que el resultado es mas denso. El centro histórico es la mezcla, la acumulación, la densificación de acontecimientos, usar y volver a usar. Así la forma construida tiene una compleja relación con el tiempo, se instala en él.

UNA OPERACIÓN PÚBLICA, FORMALIZACIÓN COMO RESULTADO DE LAS VOLUNTADES DE LOS HABITANTES. PAISAJE SOCIAL DE INTERESES

El paisaje centro histórico es muy complejo, lo forman las personas, sus habitantes y su cruce de intereses. Esas "ruinas" o semiruinas, el barrio de Santiago, son por tanto el resultado de las vidas de sus habitantes. El proyecto se piensa y se desarrolla como un sistema cuya forma final es el resultado de los deseos y avatares de los habitantes de esas ruinas, de sus propietarios. Así hay casas en medio de la operación que se mantienen sin intervenir, de propietarios que no quieren entrar en ella. También dentro de los que sí entran hay distintos niveles, los que reforman sus casas y los que no. Por tanto la propuesta se acomoda a estas situaciones. Se consulta a los propietarios de las casas de las zonas que han sido identificadas como susceptibles de intervenir, y deciden en que grado aceptar. Los diferentes grados de actuación sobre lo existente (reformado entero, influida por la intervención pero sin reformar, no intervenida…), además de constituir el resultado de los acuerdos de cada propietario con el Ayuntamiento y el resto de propietarios, vendrán dados según las condiciones de la vivienda, su estado actual, si ha sido reformada recientemente etc. Gracias a la operación colectiva pública (a cargo del Ayuntamiento) pueden acceder los pequeños y actuales propietarios/habitantes a una parte de los beneficios que de otra forma se llevaría el gran promotor. Esto evita la especulación en el barrio, la mala especulación, y su deterioro.

EDIFICIO PLURIFAMILIAR HÍBRIDO

Los nuevos espacios públicos y viviendas forman una especie de infraestructura habitada que se combina con las casas preexistentes para darles nuevas instalaciones y mejorar sus cualidades, y un espacio público, interesante para el barrio -que permite habitar la ciudad como los gatos y ampliar la relación entre público y privado-, desde el que acceder a las casas, permitiendo dividir estas acomodando su tipología a las nuevas demandas, resultando un edificio plurifamiliar híbrido. Una operación pública que de opciones a las construcciones existentes, y a sus pequeños propietarios. Resulta un híbrido entre rehabilitación y obra nueva, entre unifamiliar y plurifamiliar, entre espacio público y privado, entre recuperación urbana y arquitectónica. Combinar las nuevas viviendas, con instalaciones, equipadas para las demandas contemporáneas, con las antiguas construcciones es una alternativa posible para evitar la degradación del barrio histórico.

Las viviendas preexistentes que forman parte de la intervención (renovadas), ocupan las dos primeras plantas, con acceso desde la calle, conservando la morfología actual que es la histórica, y manteniendo no solo lo existente físico, si no también a sus habitantes. Y las plantas de arriba de estas, en combinación con las partes nuevas a las que se da nuevo acceso, desde el nuevo espacio público en la cubierta, forman otras viviendas, resultado de dividir las preexistentes.

VIVIENDAS COMO RECORRIDOS

Las viviendas nuevas, tienen un movimiento, desde el acceso a ellas, desde el nuevo espacio público, hasta la casa preexistente de abajo de la que toman una planta. Se ha intentado enfatizar y hacer que las casas vivan el mayor número de situaciones en este movimiento, llegar a esta calle, o a la otra, mirar al paisaje, recibir la luz del patio, ocupar muros preexistentes… Siendo en su recorrido una relación entre estas situaciones. De tal manera que son casas recorrido, y no se hace una distribución, sino que se identifican las distintas situaciones que la casa va recorriendo y se les asocia un uso (dormitorio, estar, estudio, comedor…), manteniendo la continuidad espacial. Además tiene que ver con la tradición de una sola crujía y espacios de una sola habitación existente en el barrio.