El solar en el que se ubica el proyecto es resultado de una cesión de terreno durante un proceso de urbanización de la ya extinta área industrial al final de la calle Embajadores. Así pues, completa la volumetría de un edificio de ladrillo ya existente, al que se acopla necesariamente nuestra intervención. La situación del testero del proyecto frente a un AREA VERDE de acceso ha sido decisiva para su configuración. Proponemos un volumen EXTRUIDO que mira a esta plaza de acceso y que se prolonga hasta el final de parque lateral. Se configuran viviendas con doble orientación en esquina, con salones de seis metros de longitud volcados a orientación Suroeste. Esta fachada se protege con un sistema de lamas deslizantes que VIBRAN bajo el atardecer de Madrid y que al mismo tiempo la otorgan una cualidad DINÁMICA relacionada con su singular ubicación en la trama urbana.

En el otro sentido, los paramentos paralelos a la calle, mediante el uso de terrazas abiertas,  combinan sus HUECOS domésticos para configurar una nueva ESCALA de fachada. De esta manera obtenemos unos huecos profundos que no revelan el interior y que por contraste independizan el edificio, jerarquizando la relación con el edificio preexistente. De esta manera, este gran "HUECO-PATIO" funciona como FILTRO y tamiz de unas visuales desprovistas de todo interés, dirigiendo una mirada SESGADA al infinito y proporcionando la INTIMIDAD y el recogimiento necesario para nuestro descanso diario. El uso en fachada de paneles prefabricados de hormigón, garantiza una calidad de acabado, un rápido montaje en obra manejando grandes piezas que dan forma a los huecos.

Las viviendas se distribuyen en 2 y 3 dormitorios alcanzando el número de 17 unidades, siendo la mayoría de 2 dormitorios repartidas en 10 viviendas de 2 dormitorios, 4 viviendas Dúplex de 2 dormitorios, 1 vivienda de 2 dormitorios de minusválido y 2 viviendas dúplex de 3 dormitorios. La profundidad media de las viviendas es de 7,50 metros dando a las fachadas norte y sur.

Debido a la existencia de los dúplex de la planta quinta que tienen su piso superior en el ático, no es necesario continuar con el ascensor hasta dicho ático, y la escalera, que sólo necesita subir a cubierta para realizar eventuales tareas de mantenimiento, es ligera y escamoteable.

Dada la configuración geométrica del solar y sus reducidas dimensiones se plantea la posibilidad de un garaje robotizado. Se ubica pegado a la alineación oficial y ocupa todo el lateral a la calle. Se prevén seis entradas independientes de manera que 6 plazas x 3 alturas nos dan un equivalente de 18 plazas. Para que el sistema funcione se necesita una plaza libre, quedando así 17 plazas de 2,20x4,90m. El usuario se para delante de una plaza en la calle (siempre la misma, que además es dónde recoge su coche siempre), abre la puerta, mete el coche, sale al exterior y cierra la puerta. De esta manera no hay coches en marcha con el garaje cerrado, así que sólo necesita ventilación natural a través de las puertas. El parking está independizado completamente del resto del edificio. El resto del sótano alberga los trasteros asignados a cada vivienda, así como las instalaciones necesarias. Los trasteros restantes, se ubican en planta baja.

Existe un único portal de acceso en la fachada que vuelca a la zona verde de manera que se integre completamente en un ambiente urbano.