El salvamento y la recuperación de la Casa Serra fue uno de los episodios más destacados de la lucha por el salvamento y la protección del patrimonio arquitectónico durante los años de la transición en Barcelona, ​​junto con El Chalet (Casa Golferichs) o el Mercado del Born. En 1971 se abrió un expediente para declararla monumento por parte de la Diputación de Barcelona y en 1974 hizo lo mismo la dirección general de Bellas Artes.  El Ayuntamiento de Barcelona la volvió a incorporar al catálogo de patrimonio arquitectónico del municipio en 1977. Pero mientras tanto el edificio seguía abandonado y en imparable deterioro. Finalmente se encontró una solución cuando, a raíz de la restauración de la Generalitat, la Diputación de Barcelona tuvo que abandonar el palacio de la Plaza de Santiago: Entonces (1987) la Casa Serra se convirtió en la nueva sede central de la Diputación de Barcelona.

Esto requirió una intervención a cargo de los arquitectos Federico Correa y Alfonso Milán, que construyeron un edificio nuevo respetando las fachadas de Rambla Cataluña y Córcega de la obra original de Puig i Cadafalch. Al parecer, el resto de la casa ya era prácticamente irrecuperable debido a la degradación sufrida durante los años de abandono. Con fachada a la Diagonal se disponía un cuerpo bajo con terraza, en el que más adelante se añadieron dos plantas. Esta parte fue derribada en 1981

El nuevo edificio de Correa y Milán, inaugurado en 1987, es una edificación de tipo funcional para oficinas, que aloja las dependencias de la Diputación de Barcelona. El contraste entre dos estilos tan diferentes fue motivo de polémica en su momento, si bien actualmente forma parte de los iconos de la ciudad. [Vikipedia]

(Véase también el registro SUDOE de Casa Serra )