Cronologías (inicial;final): 1939

Se trata de tres pequeños objetos utilizados como puertas de acceso a los refugios antibombardeo en los que se libera la vena expresionista de Langle, con una calidad volumétrica sorprendente. El mejor de los conservados respecto a su intención original es el ubicado en la Plaza Urrutia. Se trata de una composición abierta y dinámica en sus volúmenes de hormigón.

En la Plaza Manuel Pérez García, junto al conjunto histórico de la Puerta Purchena, se sitúa el tercero de los kioscos, actualmente conocido como "El Oasis' por la actividad hostelera que en el se desarrolla. Su composición centrada y la levedad de sus elementos originales (lámina de hormigón en cubierta sobre pilares circulares y peto bajo a nivel del suelo) se transforma desde la inevitable vocación propagandístico que imprime su actividad actual y la renovación de sus acabados. El "complejo' resultado deja un lugar a la duda. Por último, el ubicado en la Plaza Virgen del Mar atenúa la movilidad de la forma para centrarse en el uso de un semicírculo que da carácter a todo el proyecto.

La red de refugios contra bombardeos se componía de una galería principal, trazada según el eje del Paseo de Almería, y una serie de galerías, ubicadas de forma dispersa en los barrios periféricos. El sistema de protección se completó con la habilitación de las cuevas existentes, la mayoría de ellas situadas en el barrio de La Chanca.

Las galerías abovedadas se excavaron a 9 m. de profundidad, con 67 bocas de acceso. La del Paseo, de 2 m. de anchura libre con dos bancos corridos laterales y 2 m. de altura, disponía de una serie de ramificaciones laterales, habilitadas para camillas y enfermos, bocas de salida a las calles adyacentes y un quirófano de emergencia en el tramo central.

Los quioscos levantados en la inmediata posguerra para ornamentar los accesos, nos remiten a la época del surgimiento de las vanguardias artísticas, donde se planteó una nueva interacción entre arte y vida, una aproximación desde lo artístico a la vida cotidiana.

La ilusión de la gravedad ligera y los volúmenes articulados con juegos de planos horizontales, verticales y elementos curvos, auxiliados por el color y las texturas de los materiales, constituyen un ejercicio que juega con la independencia de los tres sistemas de planos, correspondientes a los ejes cartesianos, que en cierta manera evocan el lenguaje neoplástico.

Entre octubre de 1936 y la primavera de 1938 se construyó la red de galerías subterráneas, de 4,5 Km. de longitud, para la protección de casi 35.000 personas durante la Guerra Civil. Almería, que fue la última ciudad española ocupada por las tropas golpistas que se sublevaron militarmente contra el gobierno de la II República, se convirtió en uno de los objetivos principales de la aviación rebelde, sufriendo 52 bombardeos entre septiembre de 1936 y febrero de 1939.

Los refugios, como arquitectura excavada, enlazan con la tradición almeriense de la vivienda subterránea, una de las más singulares expresiones de la arquitectura popular. La ciudad se asienta sobre un conglomerado calizo de 1 m. de espesor aproximado "el "lastrón"" que situado a unos 2 m. de profundidad, se asocia con frecuencia a una segunda capa de igual potencia. Esta cualidad del terreno, junto con la existencia de arcillas rojas, propició el desarrollo de la arquitectura subterránea, que se inició a mediados del siglo XIX.

Tras la guerra civil, Langle acometió el proyecto de ornamentación de las entradas a los refugios, transformándolas en elementos de mobiliario urbano, pero manteniendo la accesibilidad al interior de los mismos. Posteriormente, cuando se cerraron los accesos a los refugios de manera definitiva, se reutilizaron las entradas como quioscos de prensa y pequeños bares, transformación que permitió no sólo su reciclaje funcional sino la intercomunicación entre la arquitectura y la escultura.

En el año 2006 la red subterránea de refugios se abre al público como visita cultural y turística.