Ir más allá de la arquitectura icónica o representativa, bajar a una capa en que el espacio sea un lugar, un lugar dónde suceden acciones. Espacios dónde se comunica, espacios vivos, tableros de juego dónde lo más relevante sea el qué, no el objeto. Un espacio puesto al servicio del que hay que representar, dónde los intereses se desplazan, y permiten que todos los elementos hablen el mismo lenguaje y construyan un todo. Un relato contextualizado en un lugar, construido con una sensibilidad propia del momento, a partir de la luz y el material, con la mínima transformación posible, y una economía extrema. Todo, para conseguir espacios transparentes, sensatos, al nivel de lo que se expresa.

Colaboradores habituales: ReArq / Play-Time / Taller Estampa / GatCapat