Entendemos nuestra posición profesional desde una actitud que simultanea lo edificado, lo social y lo teórico. En cada proyecto o acción los límites se diluyen hasta contagiar otros campos de actuación de modo que resulta complejo parametrizar nuestros trabajos de manera aislada, en especial porque nuestro interés radica esencialmente en los pasajes intermedios, en los lugares de indeterminación y en los espacios contradictorios.
Las primeras acciones que realizamos fueron planteadas desde la reflexión y la difusión en el campo de la arquitectura y el urbanismo, como un modo de entendimiento y transmisión de otras búsquedas teóricas o prácticas. Con posterioridad, en los proyectos que realizamos, nuestro eje de trabajo se ha articulado en torno a lo programático y la creación de atmósferas. Mantenemos una voluntad permanente de tensionar los espacios interiores hasta moldearlos según su necesidades mientras reconocemos de manera simultánea los vectores de intensidad que influyen en el contacto con el lugar. En los proyectos urbanos, que entendemos como transformadores de la percepción del espacio público y atractores de actividad, intentamos recurrir a la participación directa, proponiendo elementos que ofrecen margen de interacción a sus usuarios evitando su identificación con objetos estáticos y ensimismados.
Hasta el momento hemos realizado obras arquitectónicas que van desde las pequeñas intervenciones interiores hasta edificios públicos de alrededor de 2000m2 y tienen en común un constante interés por la percepción de los espacios, la creación de ambientes y la relación que estos establecen con quien los ve o los usa. Nos resulta imposible entender la arquitectura desde parámetros "objetivos" y por ello trabajamos con geometrías flexibles capaces de dar respuesta a los usos y actuar como facilitadoras de acciones. La relación anatómica se establece de manera involuntaria y permanente con absoluta independencia del coste del proyecto o el uso preestablecido.
El nuevo edificio de los Juzgados del Barco de Valdeorras (primer premio en concurso en 2007) se articula en base a la búsqueda constante de espacios interiores.
Desde el comienzo, una parte de nuestra actividad se ha centrado en la investigación teórica y la realización de propuestas "poco probables". Entendemos que en los procesos de estas búsquedas, planteamientos, propuestas o proposiciones aparecen márgenes paralelos aplicables -conciente o inconscientemente- al resto de nuestras obras y capaces de alterar los mecanismos de proyectación con los que trabajamos desde el estudio. No se trata de registros lineales y acotados en un determinado campo tectónico, conceptual o digital sino que son planteados como búsquedas concretas que deben absorber conocimientos de distintas ramas para lograr una respuesta "útil" a un determinado planteamiento previo.
Sobre esta base realizamos el prototipo de vivienda no permanente, buBbLe.
En los últimos años, partiendo de los diferentes procesos de búsqueda, hemos concentrado nuestra atención en lo urbano como catalizador de múltiples contradicciones entre lo planificado e indeterminado. Para la observación visual del uso de los espacios públicos, trabajamos con un sistema taxonómico de acciones, lugares y objetos que configuran lo que "sucede en apariencia" en cada uno de los barrios o zonas de una ciudad. Esta primera observación ratifica la utilización habitual de los espacios urbanos como escenario de actividades consideradas domésticas a la par que visibiliza una disolución progresiva de lo público y lo privado, de lo exterior e interior,... como demostración tangible de la superación de las dualidades clásicas que configuran lo urbano.
La plataforma de reflexión A Cidade dos Barrios -que es continuación del estudio Habitares- se plantea desd
e de estas consideraciones.
Entendemos que la acción seminal del arquitecto es escuchar; al dedicar tiempo a la comprensión de las pequeñas historias cotidianas, al hacer partícipes a los ciudadanos, garantizamos una mayor probabilidad de utilización de lo que programamos. Según relata Zygmunt Bauman, la planificación de las ciudades no puede programarse ni siquiera a corto plazo así que resulta difícil confiar en el "óptimo" funcionamiento de los espacios públicos a través de arquitecturas "finalizadas", de lugares de relación ultra-definidos o de proyectos urbanos delimitados. A partir de análisis urbanos tratamos de pensar espacios públicos flexibles, capaces de ser diferentes en cada ocasión, de responder a la contingencia y aceptar lo cambiante. Los procesos de participación colectiva serán, por tanto, útiles en la aproximación e inevitables en el desarrollo.
Este fundamento es el eje argumental del proyecto para Ulica Wilenska en Varsovia (primer premio en el Europan 10).