Somos conscientes de que nos encontramos ante un momento de cambio global ineludible, al que la arquitectura no es ajena, estando ante un replanteamiento o refundación de muchos de sus principios, y el que, como arquitectos afrontamos con decisión y coraje.

Tratamos  de dar respuesta a las nuevas demandas sociales en todos sus formatos, aportando nuevas soluciones a las actuales limitaciones económicas, pero manteniendo como inevitable referencia las sólidas bases de la cultura local y la construcción tradicional.

No empleamos un lenguaje rígido o fijo. Disfrutamos afrontando cada proyecto como un nuevo reto y ocasión de oportunidad en el que realizar una nueva y profunda búsqueda e investigación, con la que orientar la respuesta en el contexto concreto del encargo. Ese amplio bagaje fruto de la sucesión de todas esas búsquedas sucesivas, dejan sobre nosotros el poso que nos fortalece y nos identifica como lo que en realidad somos.

En este sentido, no nos desilusionamos fácilmente y suplimos la angustia interna del proceso proyectual con la confianza en la pelea y el esfuerzo y trabajo diarios como único camino para llegar a resultados.

Nos interesa profundamente la integración del proyecto en su entorno inmediato, y las relaciones que surgen a partir de ese momento, así como la sensibilización y riqueza espacial, alcanzada mediante el empleo cuidado de la luz natural y de juegos de profundidades, filtros, tamices, así como de elementos móviles que nos lleven a la máxima flexibilidad y polivalencia de lo proyectado.