Trabajadores locales y turistas coexisten a lo largo de toda la costa y del centro histórico de Málaga. Todos cumplen con su cometido, unos sirven discretamente mientras otros consumen territorio e identidad.
Desde que se consolidara a principio de los sesenta, la Costa del Sol ha confiado gran parte de su desarrollo económico a la industria turística. Una industria y un modelo de ciudad que medio siglo más tarde sigue reinventándose y extendiéndose por la región, y que actualmente se ve cuestionado por las graves secuelas que genera.
El visionado del presente audiovisual en arquia/filmoteca es posible gracias a la colaboración y autorización de Daniel Natoli, fundador de la productora audiovisual Peripheria Films.
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