El proyecto contempla la adecuación de un pequeño local generado con la reciente remodelación de la plaza de La Baragaña, ubicada en el centro de Candás, villa costera de gran tradición pesquera.

El local, de planta rectangular, ubicado en el vértice Este de la superficie triangular que conforma la plaza, tenía ya construida parte de su envolvente,  semienterrada parcialmente, y debía completarse con la fachada acristalada desde la que se accede al interior.

La adecuación del local serviría para albergar la nueva Oficina de Información Turística de Candás, que debería incluir, una zona de atención al público con dos puestos de trabajo, un pequeño almacén y un aseo, además de mobiliario diverso.

La distribución se realiza mediante una sinuosa superficie continua con trazos curvos, para evitar la formación de esquinas, revestida de chapa ondulada de aluminio, cuya solución evoca el movimiento y el carácter fluido del cercano mar. La geometría y la ligereza del material del revestimiento se contraponen a los angulosos volúmenes pétreos que configuran la plaza que envuelve el local.

Un mueble de madera, revestido de laminado de alta presión, organiza el reducido espacio interior. El cálido color del laminado, utilizado también en los paramentos del aseo y en las puertas interiores, contrasta con la tonalidad grisácea de la chapa perfilada.

El resto del mobiliario [mamparas, expositores y estanterías móviles] se ha realizado con chapa y perfilería de acero inoxidable.