LA CULTURA DE LO VERDE COMO VALOR DE LO NATURAL
Desde el pensamiento griego la relación hombre-naturaleza ha sido uno de los paradigmas definitorios de cada sociedad. Hoy en día, y cada vez más, “lo natural” se ha convertido en un bien escaso y, por ende, muy preciado que, junto a otros tópicos, ha alimentado la nueva cultura de lo verde.
Sin embargo, la realidad en la Condomina, antiguo hogar de huertas, es bien distinta. Uno de los valores fundamentales que diferencia las urbanizaciones de la zona no es otro que la “cantidad de verde”; claro está, un falso sueño de naturaleza.
Queremos ser muy directos en esta aspiración. Crearemos un bosque en el interior y no un jardín. El perímetro continuo de viviendas pasantes delimitará con precisión un ambiente húmedo, fresco, blando, limpio y verde protegiéndolo del exterior urbano caluroso, duro, sucio, ruidoso y gris.
Las viviendas, al ser pasantes, tendrán siempre una doble fachada: una vinculada a la calle; otra, al bosque. El habitante elegirá la manera de ocupar sus espacios en función del grado de proximidad a cada uno de los dos ambientes.
LA VIVIENDA ENTENDIDA COMO UMBRAL ENTRE DOS MUNDOS.
EL MAIGMÓ
El Maigmó es una de las montañas con mayor presencia en la retina popular de Alicante. Sin embargo, históricamente, su percepción pública implicaba dos cosas: estar fuera de la ciudad; o, lo que nos interesa, estar en la urbe pero a 65m sobre el nivel del mar. Esto significa estar en alguna de las montañas urbanas (Benacantil o Tossal).
Se establece así una situación mágica: la contemplación del entorno natural (escala territorial) desde otro entorno natural (escala urbana).
Nuestra intención es valorar esta situación urbana como un acontecimiento público.
También queremos ser directos en esta aspiración. Ya tenemos un bosque en la parcela. Sólo nos queda permitir que contemple en la distancia el Maigmó.
El bosque se vacía para permitir verlo desde la calle; el perímetro de viviendas se rompe lo justo para tapar las edificaciones cercanas y enmarcar la vista hacia el monte levantándose sobre el valle.
De esta manera, NO SÓLO NUESTRO BOSQUE ESTABLECE UNA RELACIÓN MÁGICA A DISTANCIA CON UN MEDIO NATURAL REAL, SINO QUE SU PRESENCIA ICONOGRÁFICA A NIVEL DE CALLE LO CONVIERTE DE NUEVO EN UN ACONTECIMIENTO PÚBLICO DETERMINANTE EN EL IMAGINARIO COLECTIVO DE LOS NUEVOS HABITANTES DE LA ZONA.
EL DEPORTE COMO NUEVO ESTILO DE VIDA
El deporte es una actividad de claro carácter social que pueden practicar personas de todas las edades y condiciones. Ya no es sólo un espectáculo, sino que se ha convertido en un estilo de vida cada vez más aceptado.
De hecho, la presencia de equipamientos deportivos privados en todas estas urbanizaciones ha permitido una vida rica e intensa los fines de semana, ya que constituye una vía de escape para todos aquellos que, no sólo buscan hacer deporte, sino buscan una excusa para reunirse.
El deporte, como generador de actividades, será determinante para completar nuestra propuesta.
Tenemos un claro de bosque que delimitará el área deportiva, con distintos grados de intimidad en función de su posición relativa.
Hacer deporte en un medio natural es otro valor; en este caso, en un bosque.
EL ESCENARIO DE TODAS LAS ACTIVIDADES COMUNITARIAS SERÁ UN LUGAR DENTRO DE OTRO LUGAR: UN BOSQUE EN EL MAIGMÓ.
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