El encargo consistía en la creación de un espacio a cubierto, y con carácter temporal, para la celebración de un evento de promoción de un producto, coincidiendo con la llegada de la primavera.
Asumiendo como requisito insoslayable para el diseño los conceptos de reciclaje y mejora ambiental, se proyectó un pabellón compuesto por 5000 plantas de temporada. Algunas ornamentales, otras aromáticas (Petunias, Begoñas, Tagetes, Tomillo y Claveles) que, al tiempo que diesen sombra y protección, pusiesen de manifiesto a través de sus vivos colores la época del año en que se inscribía el acontecimiento.
La estructura portante (que no precisa de cimentación ni anclaje sobre el viario donde se levanta), así como la malla de triple torsión que sirve de soporte para las macetas, son reutilizadas y reutilizables para futuras instalaciones. El telón negro de fondo, así como las letras en neón que sirven de portada al pabellón, son también reciclados, y provienen de un stand temporal ejecutado meses antes para otro evento.
En última instancia, la preocupación por el tratamiento de los componentes del pabellón tras la celebración del evento nos lleva proponer al cliente que regale parte del mismo al ciudadano. Así, esa piel además de resolver el aspecto estético de la intervención se convierte en un elemento preparado para continuar su ciclo de vida en otro lugar.
En resumen, 5000 macetas dan forma a una piel viva para la celebración del evento. Tres días después de su montaje, 5000 ciudadanos recibieron una porción del pabellón, en forma de planta.