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Torres Blancas

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Titulo de la Colección: Otras editoriales
Título: Torres Blancas
Subtítulo: After Fallingwater
Número de la colección: 47
Autor: Concha, Félix de la (1962- ); Concha, Félix de la (1962- )
Protagonista: Torres Blancas (Madrid, Madrid); Concha, Félix de la (1962- )
Fecha de publicación: 2022
Idioma: spa
Editorial: Galeria Fernandez-Braso
Tipo de documento: text
Número de páginas: 63
Reseña:

Primera exposición individual de Félix de la Concha (León, 1962) en la galería Fernández- Braso de Madrid. “Torres Blancas, After Fallingwater” agrupa una serie de pinturas realizadas entre 2020 y 2021 desde diferentes puntos de vista, exteriores e interiores, del edificio de Francisco Javier Sáenz de Oiza. El artista se concentra en él tras su experiencia en la Casa de la Cascada (Pensilvania, Estados Unidos) de Frank Lloyd Wright, otro icono arquitectónico que también inspiró a Sáenz de Oiza. De la Concha realizó allí entre los años 2005 y 2006 la serie “Fallingwater en Perspectiva”, con un acceso sin precedentes a la casa, invitado por la Western Pennsylvania Conservancy. Entre el brutalismo, el organicismo y la utopía, Torres Blancas, ciudad vertical de 23 plantas construida a base de curvas, trató, en palabras de su autor, de superar “la consideración de que una torre era la superposición piso a piso de una serie de viviendas, en lugar de un organismo vivo”. Desde su construcción, a finales de los sesenta, se ha convertido en un icono de la arquitectura española y en un edificio de culto para creadores de distinta índole. El director de cine independiente Jim Jarmusch otorgó el protagonismo al edificio en su película de 2009 “The limits of control”. Y recientemente, Torres Blancas fue el escenario del videoclip “Los tontos”, del cantante madrileño C. Tangana. Resulta inevitable recordar algunos de los momentos y protagonistas que evoca, directa o indirectamente, esta exposición. La influencia de la arquitectura de Frank Lloyd Wright en Sáenz de Oiza, formalizada en el viaje que realizó el arquitecto español a Estados Unidos a finales de los años cuarenta. La amistad y el trabajo conjunto entre Oiza y el escultor Jorge Oteiza y la relación de ambos con el mecenas Juan Huarte, empresario que encargó al arquitecto el proyecto y la construcción de Torres Blancas. En el texto del catálogo de la exposición, María Escribano, crítica de arte, expone y desarrolla los temas que concitan una exposición y un artista como de la Concha. La figuración en nuestro tiempo. La arquitectura como “el espíritu del lugar”. “Podría decirse que Félix de la Concha es un pintor de retratos y paisajes, pero sobre todo que es un pintor de paisajes habitados. De paisajes habitados, no por el hombre sino por arquitecturas, por artificios que él elige inmortalizar vacíos de sus artífices, pero marcados por ellos, como si vislumbrara el deseo de eternidad que dejaron los ausentes en cada partícula de su forma material y alguna piadosa divinidad le hubiera encomendado la tarea de hacerlo visible”. Además de las obras dedicadas a Torres Blancas, la exposición incluirá dos obras de la serie Fallingwater en perspectiva y una serie realizada en 2021 sobre otro edificio emblemático de Oiza, el controvertido “Ruedo de la M-30”. “El tiempo”, “la reflexión sobre lo permanente y lo cambiante”, el “combate cuerpo a cuerpo” entre el artista y la realidad, “lo eterno y lo fugitivo”, son conceptos que emanan de las series que ha ido realizando Félix de la Concha. One a day: 365 Views of the Cathedral of Learning, expuesto en el Carnegie Museum of Art en 1999 e instalado de forma permanente en el Alumni Hall de Pittsburgh. Fallingwater en Perspectiva (2005- 2006), invitado por la Western Pennsylvania Conservancy y expuesto en varios museos de Estados Unidos (Melvin Art Gallery, Prize Tower, State Museum of Pennsylvania). One Season from Each Corner (Columbus Museum of Art). Private Portraits / Public Conversations (Hood Museum of Art, New Hampshire). Portraying Holocaust Survivors (Weisman Museum of Art, Mineápolis). Hermitage Artist Intrigue (The Hermitage, Sarasota). Panorama WBZ. Through the Looking-Glass (Universität St. Gallen, Suiza). Félix de la Concha estudia en la Facultad de Bellas Artes de Madrid hasta 1985, año en que es premiado en la Primera Muestra de Arte Joven. En 1989 recibe la beca de la Academia de España en Roma y reside en Italia hasta 1995, año en que se traslada a los Estados Unidos, donde fija su residencia y continúa su trayectoria artística. La última exposición individual de Félix de la Concha en Madrid tuvo lugar en 2008 en la galería Leandro Navarro. En 2022 formó parte de la selección de artistas de la galería Fernández-Braso expuestos en la feria ARCOmadrid, mostrando la serie de 288 pinturas “Ropa tendida. Un diario pictórico”, realizada entre 2019 y 2020.

>> Más información y consulta en el Centro de Documentación centrodocumentacion@arquia.es

Lugar : Madrid
Tema geográfico: Madrid
Tema materia: Catálogos de exposiciones
Tipo de contenido: Libros
Notas: Agradecimientos En 2018 entré por primera vez en Torres Blancas. No pude tener mejor guia que Rafael Moneo, que colaboró con Francisco Javier Sáenz de Oiza en el proyecto del edificio. Fue gracias a Blanca Lleó, que con motivo del centenario de Oiza, organizó unas visitas con sus estudiantes de arquitectura a varias de sus obras y me invitó a unirme a ellos. En esa misma visita me presentaron al Presidente de la Comunidad de Vecinos, Gerardo, quien me ofreció todo tipo de facilidades si me decidía a pintar dentro del edificio. Lo mismo hizo Susana, la nueva presidenta, cuando, dos años más tarde, decidí comenzar este proyecto. A todos ellos mis agradecimientos, como a su conserje, Rafael, que se esmeró en todo momento para atender mis necesidades. Así como a sus suplentes, los hermanos Luis y Omar. Este último, mi modelo en la panorámica del portal -que posó con su camisa de manga larga, que en su cultura peruana la consideraba más elegante que la corta preceptiva del verano-. Extiendo mi agradecimiento a toda la comunidad de vecinos, que consintieron que pintara allí durante todo ese tiempo. De nadie recibí queja alguna, solo gestos de admiración. Un especial agradecimiento a Gerardo Romera, que grabó y editó un video que documenta tan bien la emoción de estar pintado en esa terraza. Otro a Oriol Franch, por sus visitas a Torres Blancas, su admiración hacia mi obra y porque quizás, sólo Dios lo sabe, me salvó la vida. Y por supuesto, a mi querida Inma, que si no estuviera tan loca (de amor por mí) no me aguantaría. Félix de la Concha, Madrid, 2022
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