The desert has traditionally been considered as background. For the history of Modern architecture it forms a backdrop, a place in which to contemplate the metropolis from without. The architect withdraws to the desert escaping the metropolis. Moving away from the understanding of the desert as ‘exterior’, the thesis postulates the possibility of understanding it as ‘threshold’, a space that mediates the relationships of the metropolis with its exteriors. Revisiting the journeys of characters like Maxime du Camp, Gustave Flaubert, Le Corbusier, Raymond Roussel, Michel Leiris, Aldo van Eyck or Herman Haan, a different conception of the desert is generated: one in which the landscape is not relegated to the background but actively engages with the figure, highlighting moments of transition—of difference and identity, past and present, inside and outside, inclusion and exclusion. Questions that have become to the fore in contemporary post-colonial discussions. In that movement, a main historical process is focused: the desert has been utilised as mechanism of internalisation.  

With internalisation I point to the historical process through which the modern city appropriates or absorbs within it what was excluded or defined as its outside. I look at this process particularly in the case of the modern metropolis. In this case, three main steps describe the mechanism of internalisation. First, there’s a definition of the self over a background of the other. The modern metropolis is not that much defined by its own extremely heterogeneous identity. In a more legible way, the metropolis is defined by via negativa, by setting out what the metropolis is not. In a second step, the ‘exterior’ –‘that what the metropolis-is-not’ – starts to be defined as something specific. It is not, then, an ever-expanding backdrop; but rather a bounded area within the background. It is the moment highlighted by the travellers setting out from the metropolis. Their fascination is with something specific – the categories of the exotic, the irrational, the primitive, etc. A fascination that is a reaction to the situation back home. The trouble with these ‘findings’, these exteriors, is precisely in that; they are highly entangled with the condition they were fleeing from – even if it is in a reverse way. In the final step, that category is imported back into the metropolis. While originally intended as exteriors, spaces of critique vis-à-vis the metropolis, the categories paradoxically make their way back into the metropolis, into spaces that collect, contain and, overall, put a boundary around their experiences. In this paradoxical movement, the process of internalisation is a peculiar mechanism with which the metropolis moves forward: capturing exteriors, appropriating or absorbing within what was originally excluded. 

The thesis is organised as a journey, following the steps of specific travellers. Each chapter deals with one particular character travelling at one particular time. These are organised in three clusters each of which deals with one specific category that was crucial for Colonialism, and that has been highlighted by post-colonial critique—identity, vision and knowledge. For these categories, I would argue, the desert supposed bringing the colonial enterprise to its limits. The desert supposed a locus in which colonialism was not unfolding as power struggle; quite the opposite, it was precisely these ‘being-out- of-control’ that became a different form of colonial appropriation. A territory that absorbs ‘median categories’ – as Edward Said sees them – not completely familiar, not completely alien. In that sense, the desert poses a relevant question to the contemporary fascination with the exteriors of Modernity. The desert remits to Bhabha’s Third Space of enunciation, a crucial area for post-colonial studies as it is where that negotiation between cultures takes place. There, Bhabha sees the potential to overcome colonial cultural appropriations into a hybrid encounter. As Bhabha proposes, “(f)or a willingness to descend into that alien territory(...) may reveal that the theoretical recognition of the split-space of enunciation may open the way to conceptualizing an international culture, based not on the exoticism of multiculturalism or the diversity of cultures, but on the inscription and articulation of culture’s hybridity. (…) It makes it possible to begin envisaging national, anti- nationalist histories of the ‘people’. And by exploring this Third Space, we may elude the politics of polarity and emerge as the others of our selves.” (The Location of Culture, pp. 38-39)While it is still a possible fruitful terrain for contemporary cultural encounters, and a crucial quest that should continue, revisiting the stories of these characters in the desert pose the risk of the Third Space of enunciation becoming a space for internalisation rather than Bhabha’s internationalisation. 

El desierto ha sido tradicionalmente entendido como ‘fondo’ [background]. Para la historia de la Arquitectura Moderna el desierto forma un telón de fondo, un lugar en el que poder contemplar la metropolis desde fuera. El arquitecto moderno se retira al desierto escapando de la metropolis. Rechazando este entendimiento tópico del desierto como ‘exterior’, la tesis postula la posibilidad de entenderlo como límite [threshold], un espacio que media las relaciones de la metropolis con sus exteriores. Revisando los viajes de personajes como Gustave Flaubert, Le Corbusier, Raymond Roussel, Michel Leiris, Aldo van Eyck o Herman Haan, se genera un entendimiento distinto del desierto: uno en el que el paisaje no está relegado al fondo sino que se involucra activamente con la figura, realzando momentos de transición —de identidades y diferencias, del pasado y el presente, de dentro y de fuera, inclusiones y exclusiones. Dentro de ese movimiento, la tesis se centra en un proceso histórico principal: el desierto ha sido utilizado como mecanismo de internalización.

Con internalización indico el proceso histórico a través del cual la ciudad moderna se apropia o absorbe en su interior lo que había sido definido como su exterior. Este mecanismo se desarrolla en tres pasos principales. En un primer momento, uno mismo es definido sobre el fondo del 'otro'. La metropolis moderna no es definida en si misma, debido a su identidad heterogénea. El desierto es conceptualizado como un background genérico sobre el que se define la metropolis por via negativa —‘aquello-que-no-la-metropolis-no-es’. Segundo, ese exterior empieza a tomar mayor grado de definición. El desierto entonces ya no es un fondo sin limite, sino una zona delimitada dentro de ese fondo. Ese el momento marcado por el viaje. Su fascinación es con algo específico — las categorías de lo exótico, lo irracional, lo primitivo, etc. Una fascinación que es reacción a la situación en la que se encontraba en la metropolis. El problema con estos exteriores es que están altamente intrincados con la condición que el viajero estaba escapando. En el paso final, esos exteriores se importa de vuelta en la metropolis. Mientras que originalmente la intención era ser exteriores, espacios de critica hacia la metropolis, las categorías de ‘exterior’ trazan su camino a la metropolis acabando en espacios que coleccionan, contienen y, sobre todo, ponen un límite alrededor de sus experiencias. En este paradójico movimiento, el proceso de internalización es un mecanismo peculiar a través del cual la metropolis avanza: capturando exteriores, apropiando en su interior lo que originalmente excluía.

La tesis se organiza a modo de un único viaje. Cada capítulo trata sobre un personaje concreto, viajando en un momento concreto. Estos son reunidos en tres grupos que tratan sobre una categoría específica que ha sido crucial para el Colonialismo, y que ha sido destacada por la crítica post-Colonial —estos son identidad, visión y conocimiento. Para estas categoría, argumento, el desierto supuso llevar el proyecto colonial a sus límites. El desierto significó un lugar en el cual el colonialismo no se desarrolló por lucha de poder; al contrario, precisamente ese 'estar fuera de control' es lo que le permitió el empleo de una forma diferente de apropiación. Como territorio que absorbe ‘categorías medianas’ [median categories] —como Edward Said las ve: lo no completamente familiar, no completamente ajeno. En este sentido, el desierto remite al concepto de ‘Tercer Espacio de Enunciación’ que postula Homi Bhabha, un area crucial para los estudios post-coloniales. Ahí, Bhabha ve el potencial de sobrepasar apropiaciones cultures del colonialismo, por medio de encuentros híbridos. Como propone, “la voluntad de descender en el territorio ajeno (…) revelaría el reconocimiento teórico de la existencia de un espacio compartido de enunciación, que abriría la posibilidad de conceptualizar una cultura internacional; no basada en el exotismo multicultural o de diversidad de culturas, sino en la inscripción y articulación de lo híbrido de la cultura (…) Abre la posibilidad de vislumbrar historias de los pueblos, nacionales y anti-nacionalistas. Y por explorar el Tercer Espacio de Enunciación, podríamos eludir las políticas de la polaridad, y emerger como el otro de nosotros mismos.” (The Location of Culture, p. 38-39)  Aunque todavía es posible que sea un terreno fructífero para encuentros culturales contemporáneos, revisando las historias de estos personajes en el desierto muestra el riesgo de que el Tercer Espacio de Enunciación se convierta en espacio de internalización en lugar de la internacionalización que propone Bhabha.

O deserto tem sido tradicionalmente considerado como pano de fundo. Para a história da arquitetura moderna, forma um pano de fundo, um lugar para contemplar a metrópole a partir de fora. O arquiteto se retira para o deserto escapando da metrópole. Afastando-se da compreensão do deserto como "exterior", a tese postula a possibilidade de entendê-lo como "limiar", um espaço que medeia as relações da metrópole com seus exteriores. Revisitando as jornadas de personagens como Maxime du Camp, Gustave Flaubert, Le Corbusier, Raymond Roussel, Michel Leiris, Aldo van Eyck ou Herman Haan, uma concepção diferente do deserto é gerada: uma em que a paisagem não é relegada ao fundo mas Envolve-se ativamente com a figura, destacando momentos de transição - de diferença e identidade, passado e presente, dentro e fora, inclusão e exclusão. Perguntas que se tornaram evidentes nas discussões pós-coloniais contemporâneas. Nesse movimento, concentra-se um processo histórico principal: o deserto tem sido utilizado como mecanismo de internalização.

Com a internalização, aponto para o processo histórico pelo qual a cidade moderna se apropria ou absorve dentro dela o que foi excluído ou definido como seu exterior. Eu olho para este processo particularmente no caso da metrópole moderna. Neste caso, três etapas principais descrevem o mecanismo de internalização. Primeiro, há uma definição do eu sobre um fundo do outro. A metrópole moderna não é tão definida por sua própria identidade extremamente heterogênea. De uma maneira mais legível, a metrópole é definida pela via negativa, estabelecendo o que a metrópole não é. Em um segundo passo, o "exterior" - "o que a metrópole não é" - começa a ser definido como algo específico. Não é, então, um cenário em constante expansão; mas sim uma área limitada dentro do plano de fundo. É o momento destacado pelos viajantes saindo da metrópole. Seu fascínio é com algo específico - as categorias do exótico, o irracional, o primitivo, etc. Um fascínio que é uma reação à situação em casa. O problema dessas "descobertas", esses exteriores, é precisamente nisso; eles estão altamente enredados com a condição de que estavam fugindo - mesmo que seja de maneira inversa. Na etapa final, essa categoria é importada de volta para a metrópole. Embora originalmente pretendidas como exteriores, espaços de crítica vis-à-vis a metrópole, as categorias paradoxalmente retornam à metrópole, a espaços que coletam, contêm e, em geral, colocam um limite em torno de suas experiências. Nesse movimento paradoxal, o processo de internalização é um mecanismo peculiar com o qual a metrópole avança: capturando exteriores, apropriando-se ou absorvendo-se dentro do que foi originalmente excluído.

A tese é organizada como uma jornada, seguindo os passos de viajantes específicos. Cada capítulo lida com um personagem em particular viajando em um determinado momento. Estes são organizados em três grupos, cada um dos quais lida com uma categoria específica que foi crucial para o colonialismo, e que foi destacada pela crítica pós-colonial - identidade, visão e conhecimento. Para essas categorias, eu diria, o deserto supunha levar a empresa colonial aos seus limites. O deserto supunha um locus em que o colonialismo não se desdobrava como luta pelo poder; muito pelo contrário, foi precisamente esse "estar fora de controle" que se tornou uma forma diferente de apropriação colonial. Um território que absorve "categorias medianas" - como Edward Said as vê - não completamente familiar, não completamente alienígena. Nesse sentido, o deserto coloca uma questão relevante para o fascínio contemporâneo com os exteriores da modernidade. O deserto remete ao terceiro espaço de enunciação de Bhabha, uma área crucial para os estudos pós-coloniais, pois é onde ocorre a negociação entre as culturas. Lá, Bhabha vê o potencial para superar as apropriações culturais coloniais em um encontro híbrido. Como propõe Bhabha, “(f) ou a disposição de descer àquele território estrangeiro (...) pode revelar que o reconhecimento teórico da divisão espacial da enunciação pode abrir o caminho para a conceituação de uma cultura internacional, baseada não no exotismo. do multiculturalismo ou da diversidade de culturas, mas da inscrição e articulação do hibridismo da cultura. (…) Torna possível começar a vislumbrar histórias nacionais e anti-nacionalistas do "povo". E explorando este Terceiro Espaço, podemos iludir a política da polaridade e emergir como os outros de nós mesmos. ”(The Location of Culture, pp. 38-39) Embora ainda seja um possível terreno frutífero para os encontros culturais contemporâneos, e Uma busca crucial que deve continuar, revisitando as histórias desses personagens no deserto, coloca o risco do terceiro espaço de enunciação se tornar um espaço para a internalização, em vez da internacionalização de Bhabha.