No vamos a proponer ninguna cárcel. No en el sentido punitivo. Quizás sí como una medida procesal. Como sociedad hemos permitido que los poderes económicos y políticos se separasen abismalmente de nosotros. Entonces, debemos formar parte de este proceso.

¿Qué herramientas tenemos para afrontar esta situación?

Jugamos con la capacidad de subvertir y tergiversar los lenguajes del espectáculo. Una especie de Détournement. Si hasta el momento, las estructuras de poder han ordenado a la sociedad en torno a valores como los de producción, consumo y competitividad; ahora será la sociedad los que tratarán de inculcar a los siete representantes del poder, un modo de vida marcado por las relaciones sociales directas. Es decir, el espectáculo de la Cotidianeidad.

¿Cómo podemos recrear esta situación?

Como la Ventana Indiscreta de Hitchcock. Se tratará de reproducir un escenario como un patio de luces. El lugar por antonomasia donde se perciben y se conocen las intimidades de una comunidad. La ropa interior tendida del balcón, el olor a guiso, las sombras de una chica desvistiéndose o los gritos de un niño llorando. Todo se verá amplificado.

Durante un año, la plaza pública será los bajos del patio, porque la fachada principal que mira al paisaje, será subvertida por la que da al patio. Lugar que se ocupa, toma, usa y muta. El individuo exteriorizará sus impresiones en este espacio, así el lugar mutará a lo largo de un año. La realización del individuo y su libre expresión, será la máxima del espectáculo.