“Y la visión lejana del centro apenas visible, y la visión que los claros del bosque ofrecen, parecen prometer, más que una visión nueva, un medio de visibilidad donde la imagen sea real y el pensamiento y el sentir se identifiquen sin que sea a costa de que se pierdan el uno en el otro o de que se anulen”.
Claros del bosque. María Zambrano.
Se advierte un refugio en medio de un entorno natural, un lugar de conocimiento y de vida sin distinción. Este nuevo elemento en el paisaje, nace de la tierra, surge de ella y se dispone en dos niveles diferentes.
El terrenal, ofrece una conexión física con el entorno más cercano, una visión directa, y está en contacto inmediato con lo que nos rodea. Es la planta sufrida, donde encontramos los servicios básicos, un espacio de vida.
El espiritual, nos ofrece una nueva visión. En el estudio, encontramos el lugar de los sueños, la imaginación... Y en este, disfrutamos de una visión del entorno más lejana y reflexiva, un espacio para el pensamiento.