TIPOLOGÍA AGRÍCOLA

La integración paisajística del edificio se logra mediante la recuperación de una tipología propia del paisaje rural mallorquín, la vaquería. Una nave de planta baja, de planta alargada, con un ritmo seriado de aberturas. Al ser un cuerpo bajo y sencillo, hecho de piedra calcarenita, minimiza el impacto en el entorno, y su ubicación en la parcela pretende liberar el máximo de suelo productivo para usos agrícolas.

CONSTRUCCIÓN TRADICIONAL

El sistema constructivo escogido, de muros de carga y pilastras de piedra de marés, bebe de la tradición constructiva mallorquina, recuperando un material tan arraigado y diferencial de la cultura arquitectónica local. Desde el oficio de los "trencadors" de marés, al corte de disco actual, la historia de la construcción en Mallorca va de la mano de este material tan característico. Los avances técnicos actuales aplicados a esta técnica constructiva tradicional permiten alcanzar unas condiciones de confort y salubridad superiores a los estándares actuales. Por otro lado, como acabado interior dota a los espacios de una calidez excepcional.

MATERIALES NATURALES

El proyecto ha logrado una reducción de la contribución al calentamiento global del 30% con la selección de los materiales y sistemas constructivos. Esto supone una reducción de 21683 kg CO2e, pasando de 72442 kgCO2e a 50717 kgCO2e. Esta reducción es equivalente a circular en un vehículo de gasolina, pequeño y eficiente, una distancia equivalente a tres veces la circunferencia de la tierra.

Los muros y tabiques de piedra arenisca suponen una reducción del 50% de contribución al calentamiento global respecto a la solución convencional de bloque de hormigón y yeso laminado. Estos elementos suponen un 10% de las emisiones de todo el edificio.

Por otro lado, otros factores ambientales relevantes también disminuyen considerablemente. Así, el potencial de acidificación se reduce un 15% pasando de 265 kg SO2e a 229 kg SO2e, y el potencial de eutrofización se reduce un 90%, pasando de 440 kg PO4e a 53kg PO4e.

ESTRATEGIAS CLIMÁTICAS

El edificio se encuentra orientado a sudeste, a medio camino entre la mejor orientación de cara a la radiación solar (sur) y la mejor orientación de cara a los vientos predominantes (este/noreste). Una pérgola con vegetación de hoja caduca, situada frente a la sala de estar comedor, permite la entrada de radiación solar dentro del edificio en invierno, evitándola los meses más calurosos del año. Las habitaciones y los baños por su parte se encuentran protegidas de la radiación en verano por un porche. En el patio de la casa se dispone un árbol que actua como filtro para limitar la entrada excesiva de radiación por las grandes cristaleras. Unas ventanas situadas en lo alto de la fachada opuesta, por encima de la cocina, facilitan que la ventilación cruzada elimine el aire caliente acumulado en lo alto del edificio.