Las grandes desigualdades en las ciudades contemporáneas dejan una fuerte huella visible sobre sus mapas, segmentándolas y llenándolas de grietas de todo tipo. La arquitectura y el urbanismo necesitan ser, antes de que nada, un contrapeso de la brecha de clases. ¿Cómo podemos crear ciudades inclusivas, desde la diversidad y la complejidad? ¿Qué hace que un espacio sea de todo el mundo? ¿Cuál es la responsabilidad social de la arquitectura? ¿Cómo podemos garantizar el derecho en el espacio público?

“Revertir la pirámide” nos propone cambiar de perspectiva.

 CONTEXTO URBANO: Límite entre dos barrios, símbolo, infraestructuras en desuso

 Des del 1940, la plaza donde se sitúa la intervención tenía el nombre de Antonio López, primer Marqués de comillas y empresario enriquecido con el tráfico de esclavos durante el siglo XX. Actualmente, la plaza se llama Idrissa Diallo en memoria de un joven guineano muerto en el año 2012 después de ser trasladado al centro de internamiento de extranjeros (CIE) de Barcelona.

A pesar de que la estatua de Antonio López fue retirada en el 2018, siendo uno de los primeros ejercicios de resignificación simbólica como parte de las políticas de descolonización, todavía permanece en la plaza el pedestal vacío como marca de su presencia.

 CONCEPTO: Invertir la pirámide de clases, espacio público colectivo

 Un pedestal es uno de los espacios simbólicamente más inaccesibles que hay y ha servido para resaltar la superioridad, la jerarquía y el poder de una figura individual. El concepto de la intervención trata de cambiar su significación e invertir la pirámide de clases. Se reduce la distancia con el pedestal, permitiendo ponerse a su misma altura con un espacio público compartido por todos. Una plataforma pública desde donde reinterpretar la ciudad postcolonial y reflexionar sobre la posición y las representaciones culturales

de clase, género y raza en el entorno urbano. Este nuevo espacio elimina las jerarquías y nos invita a subrayar los aspectos sociales inherentes en la arquitectura y el urbanismo.

 EL ESPACIO: Una cabaña del árbol, un ágora, una plaza, un refugio, un mirador...

La instalación apuesta por reutilizar espacios públicos o estructuras urbanas en desuso para que la gente tome conciencia del lugar en el cual vive. La estructura es como un edificio, un pequeño habitáculo para la ciudadanía donde todo el mundo puede expresarse, un espacio a la cota de las copas de los árboles, una cabaña del árbol, un espacio de debate, un ágora.

El color participa y cambia la percepción del entorno y del espacio público donde se sitúa la intervención. Las calles colindantes se tiñen y cambian de color a lo largo de las horas del día, pintándose de violeta, naranja, rojo….

El habitáculo de la plataforma superior cambia la escala de la ciudad por una escala mucho más doméstica. Transforma la luz y atmósfera exterior, más expuesta a la ciudad por una más íntima y reflexiva. Los materiales utilizados nos ayudan a crear esta nueva atmósfera. La madera de la grada nos trasmite calidez, y el color de la cubrición genera una luz y reflejos especiales y cambiantes. Esta estructura también crea una pérgola en la plaza que genera sombra e invita a utilizar las escaleras y desniveles existentes de la base de la columna como mobiliario urbano y lugar de encuentro, reactivando la plaza y la base del pedestal.  Se diseñan también una serie de piezas de mobiliario que equipan la estructura de la intervención a cota de calle con bancos, jardineras, barras, para crear pequeños espacios públicos y refugios climáticos resguardados.

LA CONSTRUCCIÓN: Empresas locales, rápida, prefabricada, sostenible, reutilizable

 La elección del sistema constructivo y los materiales ha tenido como objetivo generar el mínimo impacto ecológico apostando por sistemas prefabricados, estandarizados, trabajando con empresas pequeñas y locales, materiales reciclados, elementos alquilados y reutilizables que alargan el ciclo de vida de los materiales. La estructura está diseñada con un sistema de andamios autoportante. Conceptualmente, es un sistema que nos evoca directamente al mundo obrero y de la clase trabajadora, una solución idónea debido a su bajo coste, tiempo de construcción breve y efímero.

Con el mismo elemento, se realiza tanto la estructura principal como las escaleras, las gradas y el forjado de la plataforma garantizando la seguridad de los usuarios y del patrimonio de la columna. Los andamios y la vegetación de las jardineras fueron alquiladas y por tanto reutilizables, ya que tras el festival siguieron siendo utilizadas para otros eventos. Respecto a la madera y la cubrición, ambos materiales fueron reaprovechados en el proyecto wikihousing, que explora el derecho a la vivienda, autoconstruyendo un prototipo de vivienda para jóvenes y en una intervención artística programada por B-Murals en Barcelona alargando así la vida útil de estos materiales. La intervención se construyó en tan solo dos días y se desmontó en uno.