Estado inicial
En la plaza dels Àngels, la puerta del FAD luchaba por conseguir posicionarse mediante un cartel de grandes dimensiones sobre el pequeño acceso, próximo a la filosofía venturiana del I am a monument. Sin embargo, la puerta de acceso a la Capella del Convent dels Àngels tomaba todo el protagonismo.

Gran escala
La nueva propuesta se sitúa, observa el entorno y se integra; siendo la integración un mecanismo para singularizarse, consolidando el paisaje urbano y revalorizando cada una de las visuales.

Así, la puerta gira en relación a la perpendicular sobre la que se apoya, para situarse paralelamente a la fachada que caracteriza el Convent del Àngels respecto el propio Carrer dels Àngels.

Interior/Exterior
La puerta, gracias al giro, obtiene una mayor presencia hacia el ciudadano y, a su vez, las visuales del interior hacia el exterior, se multiplican.

Diálogo Existente/Nuevo
Simultáneamente, la puerta crece en altura, estableciéndose una relación directa con el orden compositivo de la puerta de la Capilla. De este modo, la plaça dels Àngels queda presidida por ambas puertas.

Materiales
La materia prima para la constitución de la puerta es el acero negro y, como tal, se conserva intacto exteriormente, mediante barniz industrial, el cual lo protege y lo embellece. Interiormente, se conceptualiza la volumetría de paso, de color naranja, ligado en el subconsciente a la imagen de la protección del hierro con minio de plomo.

Los marcos, por contra, son de acero arenado, relacionándose entre ellos mediante un juego abstracto en el espacio y el tiempo.