La marca es un espacio: habitar la marca es el propósito de cada tienda que diseñamos para Munich.
La hipergráfica se convierte en una estrategia espacial para una nueva experiencia de marca, aventurándonos en el uso de herramientas gráficas para construir un paisaje difícil de olvidar para el visitante, una memoria vinculada a la marca de la equis. De manera que este no es un proyecto de interiorismo al que después se le aplica una gráfica, sino que es la gráfica del logotipo en sí la que genera el espacio y la experiencia.
Una cáscara, construida a partir de la repetición de 280 equis de cartón corrugado, envuelve al visitante y lo sumerge en esta atmósfera de marca. La geometría de esta envolvente es ajena al propio local, y la construcción con listones de madera y cartón corrugado enfatiza que se trata de una suerte de decorado, una arquitectura efímera.
Se han potenciado las proporciones del espacio, estrecho y profundo, colocando un gran espejo en el fondo, que además de reforzar la condición envolvente de la cáscara, duplica la longitud del espacio, invitando a los visitantes a explorar todo el espacio de la tienda.