En la línea de intervenciones anteriores, los Cines Filmax siguen su vía de innovación y exploración de experiencias inmersivas. En este caso, se trata de la tecnología coreana importada Screen X, que aspira a convertir salas convencionales en salas para una experiencia de 270 °.
Arquitectónicamente, se toman dos decisiones:
La primera, derribar las dos rampas de acceso y salida, y el tabique conejero que forma el acceso plano a las gradas. De este modo, se acentúa la sensación de atracción en el espectador cuando éste entra en la sala, viendo las gradas más elevadas y presentes, como un cuerpo dentro de la sala.
La segunda, adaptar las geometrías de las pantallas laterales y del resto de elementos que definen el espacio a la forma modular de la pieza que sirve de la pantalla y al mismo tiempo funciona como absorbente acústico. La decisión genera unos escalonados que ocupan los dos laterales y cambian la concepción de sala con pantalla para pasar a tener una pantalla con sala. Los revestimientos de pared, de chapa minionda microperforada lacada en negro, ayudan en la acústica y aportan un aire de cierto futurismo a un espacio que quiere transmitir innovación para poder competir con las nuevas ofertas de plataformas digitales.