arrow-circle-down arrow-circle-left arrow-circle-up arrow-down arrow-left arrow-line-right arrow-right arrow-up ballon close facebook filter glass lock menu phone play point q question search target twitter
X

El soporte físico de un concesionario de ocasión online. La respuesta de un negocio familiar ante los cambios del sector y la pandemia y cómo la arquitectura puede ayudar en el proceso.

El sector de la venta de automóviles está cambiando en los últimos años. Como en el resto del mercado, las redes han generado consumidores más informados y más exigentes, buscando mejor precio. El auge de la venta de ocasión ha venido apoyado por una mejora en la visualización virtual del producto, reduciendo costes en las tiendas físicas, aunque la recogida sigue siendo un punto clave en la cadena de negocio.

Una empresa familiar plantea el problema de construir un nuevo concesionario que, lejos de intentar imitar sus antecesores de lujo, sea simplemente un espacio físico que apoye un sistema digital de compraventa. Para ello debe cumplir pocos requisitos, pero estos deben funcionar a la perfección: Debe llamar la atención, permitir ser recorrido exteriormente y facilitar el lavado y la puesta a punto casi a diario de todos los coches de la campa.

Para ello, teniendo en cuenta que se debe ocupar un espacio de grandes dimensiones, se plantea un sistema estructural que ordenará el proyecto en planta y en volumen. Las plazas de aparcamiento dibujan unas diagonales que ensalzan la visualización del coche, devolviéndole su protagonismo perdido en las fotos colgadas en la web. Estas diagonales se trasladan a un plano superior que sirve de soporte físico para un tendido de barras que permite interpretar cada espacio según su necesidad. Un sistema que no se cierra puertas, pudiendo albergar volúmenes de oficinas, venta, mecánica, iluminación, sonido…

Durante el proceso de desarrollo, el proyecto, que debía costar un tercio de lo que se gastaba en los antiguos concesionarios, se enfrenta a una pandemia mundial. El cliente demanda reducir el presupuesto de nuevo. Un recorte extra del 50%.

Gracias al planteamiento del proyecto y a la eficiencia estructural de los triángulos, se consigue levantar toda la estructura base de la propuesta inicial, y sólo se cubren los elementos esenciales. De este modo, las “pérgolas vacías” sirven como farolas a la vez que reclamo visual desde la autopista. En otras aparecen cubiertas metálicas que marcan la entrada a las oficinas y el espacio de venta, o protegen los espacios de mantenimiento y pintura. El proyecto consigue sobrevivir y nos demuestra que no necesitaba completarse para estar acabado.

Participaciones en arquia / próxima

IX Edición 2022-2023
VIII Edición 2020-2021