La especial significación urbana otorga al edificio una importancia que va más allá de su simple condición de objeto, y sustenta las decisiones fundamentales en lo que se refiere a la configuración general de la propuesta y a su condición de nuevo “referente” urbano. La propuesta busca enlazarse al entorno edificado per también a la tradición constructiva en fábrica de ladrillo reconocible de la Iglesia de San Josep de la Pobla de Farnals.

El nuevo edificio de Auditorio y Escuela de música se ubica en la parcela de manera clara respecto a la naturaleza del tejido urbano existente. El edificio se implanta colonizando el solar hacia noroeste, "apoyándose" sobre los límites de parcela. Se protege del área industrial, mientras genera amplios espacios ajardinados hacia los edificios de viviendas, liberando una gran plaza, abierta a sur, concebida como “remate” natural del paseo peatonal arbolado.

La plaza se configura como espacio de encuentro y de espectáculo al aire libre, aprovechando el graderío que la conecta a la cubierta ajardinada. Junto con esta, constituye un nuevo espacio urbano y cultural sin solución de continuidad. Se consigue el dúplice objetivo de volcar el arte hacia el ámbito urbano y de atraer la vida ciudadana hacia la cultura.

El éxito funcional de este tipo de edificios reside en la fluidez y claridad de la comunicación entre sus partes. En este sentido la propuesta pone en valor a los espacios de circulación y encuentro, que contribuyen a mejorar la experiencia del usuario. Con la misma finalidad, en la fachada oeste se plantea el acceso al bar-cafetería, ad uso directo del Auditorio y Escuela, pero también ad uso exterior o a servicio de una terraza exterior en la plaza.

La organización del programa se fundamenta en una distribución claramente reconocible de las dos macro áreas dedicadas respectivamente al Auditorio y a la Escuela de música.

Hacia el oeste se encuentran distribuidas las funciones propias del Auditorio, y sus espacios se abren discretamente hacia la línea de cipreses que los separan de la zona industrial. La Escuela se prolonga visualmente al este con una gran franja ajardinada que la separa de la silenciosa área residencial.

El acceso al espacio vestibular se produce desde la plaza, debajo de un porche generoso que protege la fachada acristalada. Se plantea un único espacio de recepción/control y dos accesos independientes, para el Auditorio y para la Escuela. Los espacios vestibulares de los dos usos se funden y segregan según las necesidades y horarios.

'Lorenzo & Catalina' -en la dualidad de sus relaciones espaciales y materiales- aspira a crear nuevos lugares que sean para y de la ciudad, ámbitos inéditos para y de la cultura, que la colectividad pueda disfrutar y hacer propios.