“¡Mira NIEVE!
Un truco milagroso de los cielos; una fugaz enmienda. De repente el niño es el Señor de la Ciudad.
¡Pero el deleite de recoger nieve de los vehículos de la calzada dura poco tiempo!
Aportemos algo para el niño que sea más permanente que la nieve, aunque sea menos abundante.
Un nuevo milagro.”
Aldo Van Eyck
Después de visitar por primera vez el antiguo Frontón Lizarra, nos invadió esta ilusión que el maestro Aldo Van Eyck expresaba con tanta pasión. Si la ciudad no es para los niños, tampoco es para los ciudadanos y si no es para los ciudadanos no es realmente una ciudad. Utilizando el término infancia, como él mismo lo entendía, como modelo de excelencia del potencial humano y no como estado humano, en este viejo frontón también nosotros queremos hacer “un nuevo milagro que sea más permanente que la nieve”.
Frente a la fantasía sin límites del mundo globalizado y sus opulentas herramientas, planteamos la imaginación como facultad doméstica, para la reconversión de espacios urbanos. Queremos crear dispositivos generadores de lugar en los que se dé el ambiente propicio para que la imaginación florezca. Es el único estímulo capaz de hacer posible la ciudad. Una llamada a la creatividad capaz de generar sucesos imprevistos, eventos no regulados, actos espontáneos, situaciones no planeadas, recorridos sorpresa, conexiones impensables, encuentros casuales...
Seguimos visitando el sitio varios días. Nos encontramos con personas que nos contaron sus experiencias. Cómo goza la pelota saliendo del frontis, los partidos de baloncesto del Oncineda… Vivencias que no podemos olvidar en la propuesta. Vamos a producir un nuevo tipo de vinculación con el lugar, pero no queremos perder las experiencias vividas. La transformación es necesaria. Si la ciudad no se transforma, con el tiempo permanece siempre desfigurada pero la memoria de lo que fue debemos conservarla.
Para ello nos centraremos en utilizar la demolición controlada como principal “material de construcción”. Somos conscientes de que siempre será más sostenible medioambiental, económica y socialmente derribar lo necesario que cualquier intervención convencional de demolición total, con el sobreconsumo de nuevos materiales que conllevaría, para recrear una nueva cubierta de las mismas características de la que ya tenemos.
Un proyecto basado en las realidades físicas del lugar y la ocasión, en vez de abstracciones del espacio y el tiempo. Un proyecto que entienda lo intermedio como ese espacio común de una realidad mucho más compleja que la que hoy se encuentra en los vacíos modernos. Un tipo de urbanismo que, lejos de ser una expresión estética, sea el envoltorio de los valores humanos. El lugar en el que estos valores puedan existir y sobrevivir para que el ciudadano pueda sentirse siempre en casa. Espacios humanos transformados en lugar. Lugares en los que la ocasión aflore.
Concebimos el Frontón Lizarra y su entorno como una secuencia de espacios intermedios articulados con claridad. Una batería de sugerencias urbanas nos permiten dotar al lugar de su potencial como conector de la ciudad, aumentando su permeabilidad y accesibilidad. Espacios bien definidos capaces de articular las transiciones que introducen a las personas en una percepción simultánea y clara de lo que es significativo en uno y otro lado de los diversos escenarios que pueden disfrutarse en su recorrido. Escenarios de la vida colectiva.
• Estrategias de conectividad del entorno con la ciudad y entre las partes del proyecto, desde todos los puntos posibles.
• Recorridos y cruces diversos que fomenten la relación, el roce urbano y la permeabilidad dentro del ámbito.
• Utilización de la arquitectura existente como material de trabajo que potencie los criterios de sostenibilidad hasta el más alto nivel y fortalezcan la memoria de la preexistencia.
• Creación del máximo número de escenarios posibles que fomenten la diversidad de vivencias sin perder identidad y unidad.
• Austeridad y precisión arquitectónica como señas de identidad formal.
Con estas cinco herramientas, realizamos un nuevo milagro en el Frontón Lizarra.