El Centro de Educación Infantil Rosales del Canal está situado en un área de expansión residencial en el suroeste de Zaragoza, configurando la primera fase de un equipamiento docente que se completará con las instalaciones destinadas a educación primaria. Atendiendo a criterios de accesibilidad y de orientación preferente al sur de los espacios docentes, los tres edificios - infantil, comedor-gimnasio, y primaria - se disponen en forma de U en el perímetro de la parcela. El edificio de infantil desarrolla en horizontal un programa docente de nueve unidades alrededor de un patio de juegos independiente en el lado sur del solar. Un porche lineal continuo articula la relación entre los diferentes edificios.
Las dos ideas fundamentales presentes en el origen del proyecto se basan en la especial percepción infantil del entorno construido. La primera tiene que ver con la escala y trata de compaginar la volumetría general del equipamiento público con la escala más íntima y doméstica que debe acompañar al niño. La segunda atiende a la concepción del centro como una experiencia significativa en términos espaciales, relacionada con el mundo creativo infantil. La propuesta atiende a la relación sensorial entre los niños y la arquitectura, a través del uso del espacio, la luz, la materialidad y el color. El trazado y la lógica constructiva del proyecto responden también al necesario condicionante de un plazo de ejecución de las obras de cuatro meses y medio.
La unidad básica de la escuela es el aula. La propuesta pone especial atención en la configuración de este espacio, estableciendo una correlación entre este uso esencial y una forma identificable como elemento arquitectónico dotado de unidad espacial, estructural y constructiva. De planta cuadrada, la cubierta troncopiramidal de estos espacios rematada por un lucernario responde tanto a la identificación primaria de la cubierta inclinada con el tejado protector de la casa como a las ventajas de altura e iluminación adicional en las aulas. La mayor altura mejora las condiciones térmicas en verano y la iluminación cenital contrarresta los contrastes lumínicos en el interior obteniendo una mayor homogeneidad de la iluminación natural. La repetición de la forma de la cubierta de las aulas se utiliza para cubrir los espacios significativos de mayor superficie, como la sala polivalente y el comedor. Desde el exterior, el conjunto de cubiertas-lucernario define el perfil y la quinta fachada del centro, visible desde las viviendas situadas al otro lado de la parcela.
La configuración general del edificio responde a criterios de claridad organizativa, a través de la disposición alrededor del patio del conjunto de aulas, con los aseos y espacios de servicio situados entre ellas, y comunicadas interiormente con el espacio de circulación y exteriormente con el patio, a través del porche exterior continuo. El vestíbulo de entrada, la sala polivalente y una zona administrativa formada por la recepción, la sala de profesores, y los despachos de administración y dirección vinculados al acceso del edificio completan el programa funcional. Los huecos acristalados de las aulas hacia el patio se protegen de la radiación solar mediante lamas motorizadas, también presentes en el lucernario, que permiten oscurecer totalmente el aula para momentos de reposo. En el interior, el acabado de paredes y techos con paneles laminados perforados con círculos de distintos diámetros mejora las condiciones de confort acústico y caracteriza el espacio interior.
El proyecto genera cuatro espacios exteriores diferenciados: el patio de acceso, donde un amplio porche de acceso conecta las entradas a los dos edificios y facilita la recogida de los niños; el patio principal, orientado hacia el sur, cuenta con diferentes ámbitos y texturas: árboles de distintas especies, fuentes de agua, césped, arenero, pavimento de hormigón y zona de juegos con pavimento de goma; el patio vinculado a la sala polivalente, situado junto a la calle y dotado de césped y arbolado; y el patio que ilumina el vestíbulo principal, con la presencia de un olivo de gran porte.
La premura de la construcción aconsejaba desarrollar sistemas modulares basados en la construcción ligera y seca. La fachada ventilada de paneles fenólicos acabados en madera natural y las lamas de protección solar, horizontales de aluminio anodizado o verticales de aluminio lacado en color, según el caso, definen la envolvente exterior de los edificios. La combinación de paneles de madera en posición horizontal y vertical y de algunos tableros de color forma una composición aparentemente azarosa que introduce un aire lúdico en la estricta modulación de 1,20 x 2,40 m. de la fachada, adecuado al carácter del edificio. La orientación del edificio, la inercia térmica de las fachadas y los elementos de protección solar, junto con la instalación de colectores solares, el sistema de suelo radiante y la ventilación mecánica propician un buen comportamiento energético de los edificios.