La actuación, situada en el recinto amurallado de Dalt Vila, se centro en “limpiar” la plaza existente de elementos extraños, reaprovechar los elementos singulares y apostar decididamente por un uso exclusivamente peatonal.
El proyecto se inicio apostando por un uso exclusivo del espacio público para peatones, a diferencia de la situación inicial, donde la masiva y caótica ocupación por vehículos estacionados entorpecían y deterioraban un espacio tan representativo dentro del casco antiguo como es la Plaza España o plaza del Ayuntamiento.
La intervención elimina los elementos extraños que entorpecían una correcta lectura del espacio al mismo tiempo que se mantiene y reutilizan aquellos elementos singulares.
Se mantienen todos los pinos y las palmeras originales y se eliminan las jardineras “horror-namentales”.
El proyecto solo introduce un elemento - material que nos permiten articular y cualificar los diferentes espacios. Las zonas ajardinadas mediante romeros o lavandas, en función de su tamaño y altura, delimitan y ordenan los distintos usos del espacio público.
El pavimento de resuelve utilizando el mismo tipo de piedra que el existente tipo Sant Vicente y reutilizando los guijarros.
Por desgracia el cambio de sensibilidad de la Administración ha favorecido que parte de la plaza sea utilizada para el estacionamiento de vehículos.