El proyecto de esta casa se sitúa en una de las zonas más privilegiadas de San Sebastián. Ligeramente elevada sobre las faldas de un monte en la zona universitaria, el solar disfruta de unas fantásticas vistas sobre ciudad y de una muy buena orientación sureste. Los condicionantes de la familia para la proyectación de la casa eran dos: una casa con un gran porche y las habitaciones en una planta superior.

La casa surgió de su sección. Por un lado, la orientación principal, hacia las vistas, sugería la posibilidad de trazar un porche bajo que encuadrase las vistas. Por otro lado, la parte posterior se identificaba con la construcción de otro umbral de escala superior que pudiera recoger cierta exuberancia vegetal que se pretendía para el jardín. Mediante el ataludado del terreno, se conseguía incorporar luz natural a las dependencias del sótano.

Esta sección se provoca con el desplazamiento entre los planos de la planta primera y la cubierta sobre la manipulación del terreno de forma que, con gran sencillez formal, se consigue cierta densidad espacial.

La levedad de estos planos hace imprescindible la utilización de grandes vigas de canto perimetrales que posibilitan los vuelos sobre la superficie ajardinada. Además, la configuración estructural resultante posibilita la instalación de grandes ventanales horizontales continuos.