> SAN SEBASTIÁN_ nace en el siglo X con un enclave defensivo en el privilegiado entorno del Monte Urgull, en una zona con vocación militar. Se sitúan fortalezas en toda la región, y en la naciente ciudad se extienden por el monte, culminando en el Castillo de la Mota. A su pie: el Monasterio de San Telmo, a la orilla del mar y con su propio baluarte defensivo. La ciudad crece amurallada junto al Monasterio, pero con los sucesivos ensanches las defensas finalmente se derruyen, conservándose sólo algunos baluartes del monte.
El Monte Urgull es un paraje emblemático, escarpado, con un gran paisaje y vistas en su ascenso, salpicado de las antiguas fortificaciones.
> LA AMPLIACIÓN_ del entonces Monasterio y actual Museo de San Telmo se interpreta como una intervención en el museo y en su entorno. Se pretende su rehabilitación y la del conjunto de baterías defensivas, que se utilizan como espacios de la ampliación, conformando un recorrido de sensaciones durante el ascenso. Cada batería es puesta en valor y será un pabellón con características específicas, dentro de un conjunto con una esencia. Serán puntos de un trayecto, hilvanados por el camino que lo recorre todo y un funicular.
El recorrido consta de cuatro paradas:
1- el Museo de San Telmo como acceso, con sus exposiciones tradicionales. Se propone el acceso a través del claustro y el espacio ajardinado exterior;
2- la Batería del Mirador, dedicada a exposiciones temporales enmarcadas en las vistas al mar y con sencilla accesibilidad;
3- la Batería del Príncipe, con exposiciones permanentes y espacio de cafetería;
4- el Castillo de la Mota, como biblioteca-archivo municipal, junto a las exposiciones al aire libre en la Batería de la Reina, con vistas a la bahía de la Concha.
> LOS PABELLONES_ que constituyen la ampliación se "apoyan" en las ruinas de las distintas baterías. Se apropian de las fortificaciones, las asimilan y reinterpretan. Cada uno está formado por el mundo de lo pesado [muralla] y el de lo ligero, que se acerca a la muralla respetándola, casi sin tocarla [pabellón]. Los miradores son una reinterpretación de la muralla, pesados, de hormigón. Sus formas se inspiran en las troneras de cañones, y como ellas nos permiten observar el mundo que nos rodea.
> LA ESTRATEGIA BIOCLIMÁTICA_ es la base del diseño del acondicionamiento térmico de los pabellones, gracias a la suavidad del clima de San Sebastián y a la gran inercia térmica de las murallas, que permiten la estabilidad térmica. Los sistemas de puertas de apertura total de fachadas permiten la eliminación de calor en los meses cálidos, así como la fusión de espacios de exposiciones interiores y exteriores en verano. Las ventanas a sur y las claraboyas de ventilación controlada permiten el confort en invierno, con un apoyo puntual de suelo radiante.
La experiencia en el museo varía según las estaciones: espacios abiertos fusionados con el exterior en los que penetra la brisa marina en verano frente a espacios cerrados que se asoman al exterior por los miradores en invierno.
> LA ESTRUCTURA_ de los pabellones cuenta con tres componentes diferenciados e independientes: las murallas, los miradores y los pabellones ligeros. Los miradores son piezas de hormigón in situ y autoportantes que se anclan al terreno, mientras que los pabellones ligeros se sustentan en un entramado de pilares que sostienen forjados vistos formados por un sistema de vigas que conforman un pregnante paisaje interior de crucetas.
> LA ILUMINACIÓN_ del proyecto está integrada en la arquitectura. Apoyándose en la modulación vista del forjado, integrados en las vigas, estarán los raíles para los focos de iluminación directa de ubicación flexible. En las crucetas de los forjados se ubicarán las luminaria fijas de iluminación indirecta. Se ilumina también la separación forjados- murallas.
Durante la noche, los museos cierran, pero su interior permanece iluminado. Cuando los pabellones se encuentran sin actividad, se protegen los huecos de las fachadas cerrando el volumen y convirtiéndolo en un búnker en medio del monte. Los paneles de cierre están perforados, dejando que la luz escape y llenando la fachada de luciérnagas en la noche.
> Esta intervención en el entorno histórico de la ciudad lo reinterpreta desde una función cultural, dejando atrás su origen bélico, del que quedan como testigos sus ruinas.