En esta intervención, se planteó la necesidad de convertir un antiguo lagar familiar, utilizado primero con fines vitivinícolas y posteriormente de recreo, en una pequeña vivienda de verano para una familia.
Desde un primer momento, se asumió como clave mantener la esencia del lagar, entendiendo el ingenio, compuesto por piedra, husillo y viga, en perfecto estado de conservación, como los elementos que debían resultar centrales en el espacio inferior (principal) de la vivienda.
Dispusimos, de esta manera, un espacio principal diáfano, desde el que se distribuye, a través de las escaleras preexistentes a la bodega, situada en el sótano y mediante una nueva escalera metálica ligera a la planta superior de bajocubierta. Bajo la escalera metálica se dispone una plataforma que sirve como ámbito de ampliación del salón, como un “refugio” para los más pequeños.
El programa en la planta superior es mínimo, con un dormitorio principal y otros dos de reducidas dimensiones, dado lo restrictivo del espacio disponible, así como un cuarto de baño.
En cuanto a los paramentos, se ha optado por mantener en la medida de lo posible la piedra de mampostería, el adobe y el tapial preexistentes.