El proyecto se concibe afrontando dos vertientes: la primera resolver un programa funcional de vivienda unifamiliar y la segunda resolver un prototipo de una construcción rentable, experimental y reproducible capaz de poder competir con una construcción tradicional. En una parcela muy pequeña se plantea una vivienda de una sola planta de 90m2 útiles, caracterizada por un aprovechamiento espacial eficiente. El volumen edificado se dispone en los límites máximos que la normativa permite, dejando dos patios, generadores de los diferentes usos del programa habitado.
El proyecto se resuelve en un solo nivel formado por dos paralelepípedos idénticos. La zona de día dispone de una sala comedor abierta a la cocina, un pequeño baño y el acceso. La zona de noche dispone de dos dormitorios con un baño. La zona de transición se hace a través de un estudio abierto, que da directamente al patio, uno de les lugares más privilegiados por su repercusión en términos espaciales como energéticos. El acceso rodado y de peatones se hace a través de un solo punto, un pasaje entre la vivienda y la edificación vecina permitiendo colocar la zona de aparcamiento al final de la parcela.
Una de las prioridades más importantes del proyecto es el ajustar el coste y el tiempo de ejecución. Ante este reto se intenta recoger el máximo de procesos industrializados que reducen el tiempo de ejecución: primero de la estructura y después del resto de sistemas constructivos que cierran la vivienda: fachada y cubierta. Con esta idea se quiere afrontar uno de los objetivos de la arquitectura: simplificar la elaboración y repetición de elementos que formen los diferentes sistemas constructivos sin que ello implique una rigidez formal.
Se plantea una estructura de hormigón armado prefabricado de pilares y jácenas. El sistema se completa con unos paneles de hormigón prefabricado que cierran las fachadas que delimitan con las parcelas vecinas. El esqueleto de hormigón expresa su ejecución material, un sistema que contiene toda la esencia de la arquitectura: espacio, orden y forma. No hay un interés en esconder la verdad constructiva y que el espacio generado no sea otra cosa que el resultado de un sistema estructural, demostrando las posibilidades que ofrece la tecnología industrial en la adopción y la compatibilidad de diferentes sistemas constructivos.
Se plantea una cubierta invertida desde el punto de vista de la especialización de la mano de obra, con un sistema NTIG de Intemper no transitable y con un acabado de gravas. Las divisiones interiores se realizan con tabiques de doble placa de cartón yeso, perfilaría metálica y aislamiento de fibra de vidrio.
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