El esquema de cerda establece una dicotomía público-privado demasiado monótona si la comparamos con los términos que encontramos analizando la ciudad histórica. El espacio urbano no puede basarse en un blanco-negro sino que propongo un gradiente de diferentes espacios porosos entre si y diferenciados.
Mi esquema se ha generado partiendo de bloques laminares con una distancia saludable entre si que comparten el espacio libre entre ellos. Sin embargo este espacio no es una alfombra verde homogénea, sino que fragmentando el volumen construido, usando la vegetación de los jardines privados y sectorizando mediante pasarelas y torres a modo de hito puedo acotar una plaza, un pasaje, una galería, un porche...
El espacio urbano compartido se vuelve así heterogéneo y complejo.