El proyecto aborda el desarrollo del distrito de Nyhavna a partir de la comprensión de la vida urbana como la interacción histórica entre un sistema dado de estructuras edificadas y la estructura de usos sociales que usan, se apropian y transforman dichos espacios. En este sentido, la vida urbana no es tanto un asunto puramente de planificación, en tanto en cuanto pura contingencia. De esta manera, el proyecto establece unas premisas que de forma clara reconoce la limitación de su acción.

En este proyecto, el enorme contraste entre la gran escala de las estructuras presentes y los diversos agentes y comunidades involucrados en su manienimiento suponen tanto una ventaja como una reto.

La presencia de dichas redes sociales suponen una base sostenibe como punto de partida del proyecto. Por otro lado, la disparidad de escalas entre el lugar y su estructura social, así como la dislocación con respecto al centro de la ciudad, hacen que exista el riesgo de que la intervención quede como un mero desarrollo artificial, más dirigido por baremos de desarrollo económico que de desarrollo social.