Con el objeto de hacer patente el hermanamiento de la Ciudad de Valladolid con las ciudades de Florencia, Lecce, Lille, Orlando y Morelia, así como los protocolos de amistad con Ahmedabad y Boston, el Ayuntamiento de Valladolid propuso la recuperación de un pequeño espacio libre en una zona relativamente nueva de la ciudad, justo en la ubicación de una antigua torre de ladrillo conocida como “La torre del Fielato” [antiguo lugar de cobro de aranceles].

La propuesta recrea una trama urbana, al estilo más clásico, a partir de una reticula ortogonal de elementos que se van abriendo generando pequeñas plazas, como principal reflejo de la ciudad: el espacio público y de reunión. En estos espacios libres es donde se realiza el homenaje a cada una de las ciudades, con un sistema gráfico de información con datos e imágenes. También se aprovecha la superficie de las caras exteriores para la ubicación de exposiciones temporales tanto del propio barrio como de algunas de las ciudades hermanadas.

Los bloques que materializan la intervención están hechos con un material semitransparente iluminado desde el interior con un sistema que varía las tonalidades e intensidades según diferentes programas. El laberinto está delimitado por vegetación que ayuda a recorrer el conjunto, incluyéndose una pequeña planta, “la Rubia”, que da nombre al barrio en que se sitúa.