La convocatoria Reinventing Cities llama a proponer soluciones innovadoras, eficaces y resilientes en entornos complejos como la fábrica Clesa en Madrid, obra sin el reconocimiento que merece, del arquitecto Alejandro de la Sota.
La circularidad como principio se implementa en un ecosistema de empresas, fundaciones y asociaciones para desarrollar proyectos de innovación sanitaria, culturales y socioambientales, a través de alianzas que garanticen el equilibrio entre intereses públicos y privados durante 75 años.
ESPACIOS LÍQUIDOS Y CHICAS NÓMADAS
“Sun and Shadow” de Marcel Breuer, según Sota, “es una actitud a adoptar” para tomar decisiones. “Son dos componentes opuestos que forman parte de lo mismo, porque en su claridad no diluida son parte de la misma situación. Esto no significa cielo nublado.”1
Entendimos que el objetivo era instalar un espacio líquido en la fábrica pero para que funcionara también era necesario su opuesto: la cápsula. La ubicación de los antiguos depósitos de leche servía perfectamente tanto para cápsulas como para conexiones verticales. Este hallazgo surgió tras la decisión de resolver el nuevo acceso por el espacio público: la fachada oeste.
OBRA UNIVERSAL
La fábrica conserva su atmósfera pese al estado de abandono en el que se encuentra. Fue relevante conseguir la continuidad entre la nave este y el nivel superior de la nave oeste. Se propone una transición funcional para que el espacio bajo el arco flotante sea estancial. Aparece una grada suspendida con potencial de ser escenario, grada o librería-escalera para encuentros informales, o por el contrario, un buen lugar para reflexionar.
1 Marcel Breuer, Sun and shadow: the philosophy of an architect, Longmans, 1956.
FLUJOS E INTERCAMBIOS: EL METABOLISMO DE FÁBRICA CIRCULAR
De la misma manera que los distintos volúmenes de la fábrica Clesa obedecían a una diferenciación por actividades, el proyecto de Fábrica Circular ha aprovechado las cualidades de cada espacio existente para definir los suyos.
El mejor lugar para ubicar puestos de trabajo, de mesa con ordenador, es la pieza que correspondía con el volumen de las oficinas. Para la propuesta se decide densificar todo lo posible la zona de oficinas, ya que reúne las mejores condiciones de iluminación natural y vistas. Se singulariza el espacio de galería-mirador ubicando una sala de reuniones que funciona de espacio intermedio en primavera y otoño. La posición de los miradores-galería también genera una incidencia en la ubicación de las salas de reuniones de los cilindros-cápsula para respetar la transparencia y la visión cruzada desde el interior de la nave oeste.
El programa de usos incluye espacios multifunción para ocio, cultura e innovación. Sin embargo, el valor de esta propuesta es el conjunto de programas y proyectos específicos que las entidades colaboradoras llevan a cabo y las sinergias establecidas. Por ejemplo, los proyectos de la fundación Cultura en Vena en entornos hospitalarios y la alianza alcanzada con el Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria.
El objetivo de Fábrica Circular es garantizar la diversidad por lo que ninguna entidad podrá ocupar más de 28 puestos. La fundación Santa María la Real tendría la intención de mover allí sus oficinas, con una plantilla de 20-22 personas. A ellos se suman Telefónica Wayra + LUCA y la Organización de los Artesanos de España, incluyendo Industrias Creativas.
Igualmente ocurre con los laboratorios, donde se ha ubicado el programa de 5 laboratorios requerido por el IRYCIS, con quienes se han mantenido conversaciones desde el comienzo de la fase II. Gracias a ello, hemos podido utilizar el espacio de la antigua nave de recepción de leche para los eventos que organiza, no solo el IRYCIS, sino también el hospital Ramón y Cajal. Como petición personal por parte de ellos, nos plantearon no segregar su programa del resto para favorecer el acercamiento hacia una cultura donde “la actividad científica tuviera la misma presencia que un escaparate de moda“. En consecuencia, decidimos utilizar los laboratorios encajando los 5 que nos pedían, por ser un uso exclusivo y el resto de espacios de uso colectivo. El salón de actos que proponemos en la antigua nave de recepción de leche, será también un espacio para espectáculos y rodajes. El Terrat, conocida productora de contenidos de ocio y cultura se alinea con los valores del proyecto y para su programa exclusivo se destinan los sótanos y el nivel -1,90. Los espacios multiuso se piensan para fundaciones y asociaciones, como Cultura en Vena, para quienes han sido ideados los formatos más informales como conciertos y espectáculos de pequeño formato, casi íntimos, para que luego tengan lugar encuentros inesperados. Los espacios no son solo para la exhibición, sino también para el ensayo y especialmente buscan generar un ambiente propicio que favorezca la co-producción interdisciplinar.
Fábrica Circular es una cooperativa sin ánimo de lucro que genera proyectos innovadores de impacto positivo social y medio ambiental, impulsando la producción de actividad económica y cultura circular.
Fábrica Circular es un entorno de habilidades, saberes y recursos compartidos donde distintas personas, equipos o entidades establecen alianzas, resultando un valor añadido con retorno a la sociedad.
Fábrica Circular es un ecosistema de usos complementarios y cada uno funciona bien con independencia de los demás pero la relación de unos con otros es como las piezas de un reloj1.
Fábrica Circular es un proyecto alto de moral 2 a construir. Aquí lo cotidiano deja libertad a la creatividad para que se pueda reflexionar en pijama tocando el piano por las mañanas 3 como si fuera un salón de estar o mantener tertulias en las que se hable de pintura, exposiciones, fotografías 3, de algoritmos que miden la estimulación cognitiva, cuadernos-diarios de laboratorios científicos, o la colección de vestuario de Sybilla Sorondo para el espectáculo de ballet contemporáneo de la coreógrafa Pam Tanowitz.
1 Alejandro de la Sota sobre su proyecto de la fábrica CLESA.
2 José Ortega y Gasset “estar alto de moral.”
3 Texto de José de la Sota Rius en homenaje a su padre, Alejandro de la Sota.